Buscar estrategias contra la obesidad mediante un consenso con las empresas de comida chatarra es un despropósito, acusa el doctor Arturo Jiménez Cruz, al revelar perversas simulaciones de solución a este problema entre autoridades y empresarios.
Dijo que en 2014 se aumentó a 8% el IVA a las frituras y a las bebidas azucaradas. Sin embargo, el 8% solo corresponde a los alimentos que contienen más de 280 kcal (abreviación de kilocalorías, valor energético que poseen algunos alimentos) por cada 100 gramos, y no incluye todos los alimentos de las llamadas comidas chatarra.
En su calidad de investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Jiménez Cruz expuso: “Hemos pasado de mini-chatarra sin impuestos a más chatarra con mini-impuestos” .
El profesor investigador de la Facultad de Medicina y Psicología de la UABC agregó que buscar estrategias contra la obesidad mediante un consenso con las empresas de comida chatarra es un despropósito.
“La estrategia del actual gobierno es un reconocimiento al fracaso de la que impulsó el anterior en las escuelas. La cantidad del impuesto es importante y debe ser cuando menos de 20% y se deben incluir a todos los alimentos densamente energéticos, independientemente de las calorías que se reporten en los paquetes de venta”.
El especialista en nutrición destacó que también deben incorporarse otras medidas, como el subsidio al agua, a las frutas y verduras. ”El subsidio al agua de garrafón sería una acción inmediata y no tendría que depender de los permisos otorgados por la Comisión del Agua como en el caso de los vertederos (que también son necesarios)”.
Jiménez Cruz destacó que a los tomadores de decisiones “parece que se les olvidó que la obesidad es un problema complejo y multifactorial, y por lo tanto se deben prevenir los principales factores que pueden ocasionarla, sobre todo aquellos que durante el embarazo y en el periodo postnatal impregnan a los niños, para convertirlos en escolares y adultos energéticamente eficientes, con exceso de grasa y alto riesgo de diabetes”.
El especialista, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, añadió que se podrían tener mejores resultados para la prevención de la obesidad y la diabetes y otros componentes del síndrome metabólico, como la prevención de la desnutrición y del aumento rápido de peso durante el embarazo. Destacó igualmente la conveniencia de realizar un diagnóstico precoz y un control adecuado de la diabetes gestacional.
Informó que en enero de 2014 se publicará una revisión del efecto de la diabetes gestacional sobre la obesidad en los niños y adolescentes, en el que con evidencia científica se demostrará la asociación entre ambos.
Arturo Jiménez recordó la importancia de prevenir la desnutrición y promover la alimentación materna exclusiva durante los primeros seis meses para evitar riesgos durante la etapa de lactancia, así como evitar la introducción de la comida chatarra en la alimentación infantil antes de los cuatro años. El especialista aseguró que estas medidas son indispensables si verdaderamente se busca prevenir la obesidad, la diabetes y los componentes del síndrome metabólico.
Cronograma de acciones
En 1997 Jiménez Cruz y un grupo de investigadores presentaron evidencias sobre el aumento de la epidemia de obesidad infantil en México, poniendo en riesgo la salud de miles de niños ocasionado por la ingesta de refrescos y frituras (en un foro organizado por la LVII Legislatura en la ciudad de Tijuana).
“Desde entonces pedimos a los legisladores la prohibición en las escuelas de la comida chatarra y la publicación de anuncios televisivos sobre dichos productos. En 2010, señalamos que las empresas de alimentos habían derrotado a la comunidad en general, y a los políticos y académicos en lo particular. Además, comentamos que cualquier retraso en la regulación, significaba ingresos para las empresas de comida chatarra de 20 mil millones de pesos al año”.
El investigador sostuvo que de 1997 a 2010 las empresas de comida chatarra habían ganado más de 260 mil millones de pesos. “En enero de 2014 –añadió- se cumplen cuatro años desde que la administración anterior lanzó una estrategia contra la obesidad y durante la cual se ha continuado con el mismo ambiente ‘obesitóxico’, lo que ha significado una ganancia para esas empresas de 50 millones diarios, una pérdida de miles de vidas de mexicanos y de miles de millones de pesos al erario debido a los costos directos e indirectos relacionados con la atención de la obesidad”.
En 2009, el mismo grupo de investigadores publicó estudios sobre la enorme cantidad de anuncios a la que se veían expuestos los niños mexicanos en la televisión; en 2012-2013, publicó los resultados del análisis de los anuncios de alimentos chatarra dirigidos a toda la familia en el horario que se trasmite la barra de telenovelas, y la asociación de esos anuncios con los alimentos consumidos por las madres y sus niños. En 2013 dio a conocer la relación que existe entre los alimentos de los anuncios en el horario que se trasmiten las telenovelas y la obesidad de las madres y de sus hijos.
“El actual gobierno prohibió los anuncios de la comida chatarra solo por algunas horas así como la aplicación de un mini-impuesto. Aunque la nueva estrategia es un avance es insuficiente para la magnitud y la trascendencia de la obesidad y la diabetes en nuestro país”, concluyó Jiménez Cruz.