Duro reclamo a políticos
Gracias Tatic (que significa padre en tzotzil), por estar aquí, donde muchos nos desprecian y nos despojan de nuestra cultura, le dijeron los indígenas chiapanecos de origen maya al Papa Francisco, lo que motivó al Obispo de Roma a expresar un duro reclamo y exigir “pedir perdón a estos pueblos incomprendidos que en muchos casos han sido despojados también de sus tierras”.
El máximo jefe de la Iglesia Católica en el mundo llegó a esta parte de México considerada la más pobre y sacrificada del país y el contenido de sus palabras motivó, de igual forma, a que los presentes en la misa que ofició Francisco en el estadio municipal de San Cristóbal de las Casas, voltearan la mirada hacia los políticos invitados al justo templo del reclamo.
“El trato a las comunidades indígenas ha sido injusto por la forma en que marea el poder, instancia desde donde se despojan sus tierras y las excluyen de la sociedad”. Palabras textuales, duras y certeras del Sumo Pontífice.
Y en tono de condena añadió:“Algunos han considerado inferiores los valores, cultura y tradicionesindígenasy otroshan sido mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado; los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminan”.
Una y otra vez Francisco dijo a los responsables de este lacerante escenario: “¡Qué tristeza!Tienen que a hacer un examen de conciencia y pedir perdón porque el mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”.
Les pidió “serejemplo para los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas y características culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan que no se pierda la sabiduría de sus ancianos”.
Al inicio de su homilía, el papa citó al pueblo de Israel, “un pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del faraón” y así dejó sembrado el mensaje de que en México se está cometiendo el mismo sistema de sufrimiento con los pueblos indígenas.
Y para ser más insistente en su reclamo, Francisco recordócomo los pueblos de Israel rezan en el Popol Vuh de la siguiente manera: “El alba sobrevino sobre todas las tribus juntas. La faz de la tierra fue enseguida saneada por el sol. El alba sobrevino para los pueblos que una y otra vez han caminado en las distintas tinieblas de la historia”.
Les hizo notar que entre estos pueblos “hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente”.
Además, preciso el Papa Francisco, existe un anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz.
Y una vez más denunció: “De muchas formas y maneras se ha querido silenciar y callar ese anhelo. De muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles”.
Aquí retomó el tema de la defensa del ambiente, que también comparten con fuerza las comunidades indígenas y citó parte de su primera encíclica, “Laudato Si”, sobre la defensa del medioambiente y dijo: “La creación también sabe levantar su voz. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto”.
El Papa reconoció que los pueblos indígenas “tienen mucho que enseñarnos”.