Mediante Punto de Acuerdo presentado ante la Comisión Permanente, el senador Mario Delgado Carrillo exhortó a la Secretaría de la Defensa Nacional suspender la contratación de la aeronave Boeing 787-8, hasta en tanto culminen las investigaciones y certificaciones correspondientes que acrediten la completa seguridad de la aeronave, a fin de garantizar que su posible operación no ponga en riesgo la seguridad nacional del Estado Mexicano.
Recordó que a mediados del mes de enero de 2013, se dio a conocer que la nueva línea de aviones Boeing 787 Dreamliner, dentro de la cual se encuentra en avión en proceso de compra por el gobierno mexicano para uso presidencial, ha presentado diversas fallas relacionadas principalmente con las baterías y el combustible, lo que ha puesto en riesgo y alerta a las aerolíneas y a las autoridades federales de aviación de Estados Unidos.
Por ello, el senador pidió que se informe sobre qué proceso de selección, análisis, evaluación e investigación se siguió para elegir el modelo de avión 787-8 de la empresa Boeing Commercial Airplanes para que forme parte de la flota del Estado Mexicano y, en particular, para que sea utilizado como avión presidencial.
Delgado Carrillo hizo ver que en el mes de julio de 2012, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) presentó el proyecto para adquisición de un avión presidencial que causó controversia por su elevado valor de compra: 667 millones de dólares, más aproximadamente 83 millones de dólares de mantenimiento, que dan un total de 750 millones de dólares, en comparación con el valor comercial del mismo por 206.8 millones de dólares.
Ahora, Estados Unidos ordenó mantener en tierra temporalmente los aviones Boeing 787, que vuelan en el espacio norteamericano, mientras se investigan las baterías del avión, aparentemente relacionadas con varios incidentes recientes. Asimismo, autoridades de Europa, India y las aerolíneas ANA y Japan Airlines ordenaron, por cuestiones de seguridad, mantener en tierra temporalmente esas aeronaves.
No obstante lo anterior, agregó el senador que el 17 de enero de 2013, la oficina de comunicación social de la Presidencia aclaró que pese a que la flota internacional del Boeing Dreamliner 787 está en tierra para ser revisada como consecuencia de las fallas observadas la adquisición de esa aeronave por parte del Gobierno se mantiene conforme a lo previsto para ser usada por el Presidente, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional continuará con el proceso de adquisición pues el contrato ya está firmado desde noviembre pasado, aunque el avión se entregará años más tarde.
Por todo ello, el senador por el Distrito Federal pidió al Ejecutivo Federal instruir a la Secretaría de la Defensa Nacional la suspensión de la contratación de la aeronave 787-8 hasta en tanto culminen las investigaciones y certificaciones correspondientes que acrediten la completa seguridad de la aeronave, a fin de garantizar que su posible operación no ponga en riesgo la seguridad nacional del Estado Mexicano.
Igualmente solicitó se explique qué proceso de selección, análisis, evaluación e investigación se siguió para elegir el modelo de avión 787-8 de la empresa Boeing Commercial Airplanes para que forme parte de la flota del Estado Mexicano y, en particular, para que sea utilizado como avión presidencial.
Y revelar las ventajas que presentó la elección de esta reciente línea de avión respecto de otras aeronaves existentes en el mercado, sobre todo en materia de seguridad y exponer los motivos por los cuales no se ha suspendido y/o cancelado la operación de adquisición a pesar de las fallas presentadas por esa línea de aeronave.