Para lograr contundencia en la aplicación de la justicia ambiental, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales propondrá la aprobación de la ley orgánica de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en el actual periodo ordinario de sesiones.

La presidenta de la instancia legislativa, Lourdes Adriana López Moreno, destacó que “es necesario ponerle ‘dientes’ a la PROFEPA, para tener una institución de vanguardia encargada de la aplicación de las leyes que preserven el medio ambiente”.

En entrevista, la diputada por Chiapas aseguró que la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha estructurado una agenda legislativa bastante ambiciosa con el compromiso de sacarla adelante en el primer tramo del segundo año de la LXII Legislatura, porque el deterioro del ecosistema no puede esperar, “ya nos ha alcanzado y urge actuar”.  

Un objetivo, dijo, es la creación de la ley orgánica de la Profepa. “Se requiere fortalecerla en sus capacidades, estructura y competencia para que logre ser más convincente en la aplicación y procuración de la justicia en términos ambientales”.

México ha avanzado en la protección al ecosistema con la nueva Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente (LEJEPA), que incluye fuertes sanciones. “Vamos a la vanguardia en cuanto a nuestras leyes”, pero se requiere una institución sólida que las aplique, precisó.

López Moreno señaló que otra meta será impulsar reformas de fondo a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, que ha resultado ser una ley funcional. “Necesitamos establecer esquemas que permitan fortalecer los mecanismos de aprovechamiento y manejo sustentable de bosques, con la idea de generar alternativas de desarrollo económico que permitan a las comunidades tener en el marco legal una actividad productiva viable sin afectar los ‘pulmones verdes’ en términos forestales”.

La diputada López Moreno destacó que también trabajarán por lo menos tres instancias en comisiones unidas, en la modificación del artículo 4º constitucional, a fin de considerar al agua como un derecho humano. Por lo tanto, en el actual periodo ordinario de sesiones se presentará una Ley General de Aguas, que sustituirá a la de Aguas Nacionales, para atender de forma integral el abasto, manejo, uso, protección y conservación de este recurso vital.

Comentó que en la primera semana de sesiones, ya se han logrado avances en la actualización de la Ley General de Residuos, ordenamiento joven con 10 años de vigencia, lapso en que “los conceptos, las tecnologías y los criterios respecto al manejo de residuos se han actualizado aceleradamente”. La ley, abundó, no iba a la par en esa actualización técnica, científica y conceptual”, pero ya se establecieron candados al manejo de llantas y el ruido, lo cual, dijo, son logros contundentes.

La ecologista destacó que se requiere impulsar nuevos criterios y buscar alternativas de reciclaje de residuos, que permitan definir no sólo dónde se van a desechar, sino qué mecanismos preventivos se establecerán para evitar problemas complejos de contaminación.

Cambio de conciencia para preservar el ecosistema

Cuestionada sobre lo que hace falta a la sociedad mexicana para entender que el cambio climático ya impacta la vida cotidiana y es urgente actuar, López Moreno respondió que un “cambio de conciencia urgente”.

“Se podrán aprobar las mejores leyes, crear distintas instituciones, programas y autorizar un alto presupuesto, invertir en esquemas de educación y cultura ambiental, pero mientras no tengamos  conciencia de la importancia que tiene cuidar los recursos naturales, los demás esfuerzos no van a servir, porque no van a  reflejar un cambio contundente respecto a la convivencia con el ecosistema y el respeto que requiere”.

Continuó: siempre se busca, de alguna manera, cómo pasar por encima de la ley, cómo torcerla, cómo sacarle la vuelta y muchos no logran dimensionar la importancia que tiene cuidar los recursos naturales, y consideran el cambio climático como una situación de fantasía; sobreponen la generación de empleos a costa de la destrucción de bosques, arrecifes, manglares, especies y, en general, de la naturaleza, y lo cierto es que de esos recursos naturales es de dónde obtenemos todas las materias primas para generar las actividades económicas”.

Consideró que el turismo o cualquier industria “no implica acabar con el ecosistema”, porque nadie visita una playa destruida o un bosque talado.

“Debemos aprender a equilibrar. Lo más importante es generar un cambio de conciencia, que es lo más difícil, porque eso no lo hacen ni las leyes ni los programas”, por lo que exhortó a trabajar más en lo individual y, como sociedad, en lo colectivo.