En el marco del Seminario México en el Mundo, y a pocos días de que se cumpla un año del encarcelamiento del líder opositor en Venezuela, Leopoldo López, la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza señaló que desde México se reclama su libertad y pidió a las autoridades mexicanas que actúen y “no sean cómplices de gravísimas violaciones a los derechos humanos”.

Acompañada por el senador, y expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, la senadora panista advirtió que los venezolanos  viven hoy una de las peores crisis humanitarias del mundo, la más alta inflación, además de que no tienen alimentos ni medicinas para tratar enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes y problemas de tiroides.

Asimismo, señaló que en los próximos meses la situación será más grave ante la caída de los precios internacionales del petróleo, debido a que el 90 por ciento de las divisas que reciben en aquel país provienen de las exportaciones petroleras.

“Venezuela hoy más que nunca necesita de la comunidad internacional. Desde el Senado mexicano les externamos nuestra más profunda solidaridad y le decimos al pueblo venezolano que resista.

“Alzamos la voz para que las autoridades de México actúen y no sean cómplices de esas gravísimas violaciones a derechos humanos. Estamos obligados por distintos instrumentos internacionales a defender la democracia, la libertad y la dignidad de las personas”, señaló la también presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe.

Por su parte, el senador colombiano Álvaro Uribe, denunció que en Venezuela se han perdido los elementos básicos del Estado democrático y la oposición está sometida a una tortura permanente. Agregó que el líder de oposición, Leopoldo López no ha cometido delitos comunes ni delitos políticos, es un preso de la dictadura y su situación comienza a ser crítica.

En el caso de la ex legisladora María Corina Machado, Álvaro Uribe señaló que es víctima de acoso judicial, acusada de conspiración, amenazada de muerte, destituida de manera ilegal de su cargo como diputada en la Asamblea Nacional, le tienen prohibida la salida del país por ser una voz disidente.

“América requiere un pronunciamiento firme de todos los países signatarios y comprometidos con la Carta Democrática para defender, inicialmente los derechos de la oposición venezolana cuyos líderes hoy están sometidos a una tremenda tortura”, concluyó.