El día de ayer el Consejo Nacional de nuestro Partido Acción Nacional se reunió para aprobar los reglamentos que regirán a nuestro partido, así como las comisiones que regularán sus procesos internos.

En un proceso caracterizado por la opacidad de parte de nuestra dirigencia, se evadió la creación de una comisión que investigue las graves acusaciones que se han hecho sobre el mal manejo de la asignación de recursos presupuestales.

Es por este tipo de actitudes que el PAN se desdibuja ante el electorado. Es lamentable ver que nuestra propia dirigencia se niegue a la transparencia y rendición de cuentas prácticas por las que hemos luchado por años. Ante una inminente etapa de renovación y reestructuración de nuestro partido es necesario que las cosas se dejen claras y no sigamos transitando en medio de la sospecha.

Como partido democrático que decimos ser, debemos contar con procesos internos dignos de aquello que profesamos, por lo que el cambio de la dirigencia del partido se debe llevar a cabo en condiciones de equidad.

Este no es el PAN que defiende la democracia y la unidad, el que nuestra militancia nos reclama rescatar. Dejamos de ser distintos y distinguibles y pasamos a ser, por los intereses de unos cuantos, lo mismo que siempre criticamos.

Abiertamente manifiesto que no estoy de acuerdo en la manera en el que la dirigencia ha conducido el proceso interno para una elección a modo, sin generar pluralidad ni unidad. Sin embargo, ese no será un pretexto para no participar, al contrario, esto me da más aliento para competir y regresar al partido a sus principios y valores, defendiendo sus banderas ciudadanas y siendo incluyente con la militancia. Un partido donde nadie quede fuera.

Seguiré luchando por un PAN que se distinga de los demás partidos. Que recobre la dignidad y mística que le había caracterizado por tantos años. Trabajaré por un Acción Nacional que sea un verdadero partido de oposición responsable. Competiré para poner a Acción Nacional de pie.