Durante los últimos años, los trastornos mentales en menores de entre 12 y 17 años de edad han aumentado alrededor de un 50%, por lo que es urgente fortalecer las medidas para su prevención y oportuna detección, aseveró la diputada Angélica Reyes Ávila.

En entrevista, la legisladora de Nueva Alianza detalló que la depresión y la ansiedad son dos de los trastornos mentales más comunes en el país, pero en la última década, han afectado con más frecuencia a niños y adolescentes.

Ello, detalló, debido a múltiples factores como la desintegración familiar, la situación económica y de inseguridad que prevalece en el país, bullying, estrés, así como la exposición a situaciones de violencia tanto en el entorno familiar como social.

Aunado a ello, dijo, “el uso excesivo del celular, videojuegos y otras herramientas tecnológicas, está provocando en las nuevas generaciones, ataques de ansiedad, dependencia y adicción”.

Por lo anterior, aseveró la también integrante de la Comisión de Atención a grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, es urgente emprender acciones de prevención y detección oportuna en el campo de la salud mental, principalmente en este sector de la población, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría, ha tenido un aumento del 50% en relación con las generaciones anteriores.

Lo más preocupante del tema, dijo, es que este tipo de padecimientos generalmente son confundidos por los padres y la familia con actitudes que parecieran ser propias de la edad, restándoles importancia y ocasionando que el problema de salud mental en el menor crezca, hasta llegar a pensar en el suicidio.

De acuerdo con datos de la Clínica del Adolescente del Instituto Nacional de Pediatría, la depresión es un problema de salud pública que es mal atendido en 50 por ciento de los casos, afecta a 5 por ciento de los niños y 15 por ciento de adolescentes.

Además, dijo, durante la época decembrina, que ya está próxima, es cuando más se agudizan este tipo de padecimientos, por lo que los padres de familia deben estar alertas ante cualquier síntoma de depresión o ansiedad.

Por ello, agregó, es necesario implementar estrategias de información para visibilizar los trastornos mentales en niños y adolescentes, padecimientos que de no atenderse podrían llegar a convertirse en una grave problemática de salud pública con grandes costos para la nación.

Finalmente, Reyes Ávila refirió que de acuerdo con las estadísticas de mortalidad del INEGI, entre los años 2002 y 2011, se han registrado en México 43 mil 700 defunciones por trastornos mentales y del comportamiento.