La diputada federal María Elena Orantes López impulsa una iniciativa que reforma el artículo 10 de la Ley de la Policía Federal para que de los puestos de Mandos Superiores de cuerpos de seguridad pública, al menos el 30 por ciento sean ocupados por mujeres con más de siete años de experiencia comprobable en la materia.
La legisladora denunció que de acuerdo con información pública, el Estado de Fuerza señala que entre diez cargos de mandos superiores en jefe, únicamente la Secretaría General es dirigida por una mujer.
Lo mismo ocurre con los puestos en los gabinetes estatales: de los 604 cargos presentados en portales electrónicos gubernamentales de las 32 entidades federativas, el 21 por ciento es ocupado por mujeres.
En este sentido, las acciones en materia de equidad de género han presentado un retroceso entre la proporción de mujeres y hombres, en la administración pública de las entidades federativas, la cual prácticamente fue conseguida en el año 2011.
Orantes López sostuvo que la reforma que plantea busca impulsar un cambio en la perspectiva estratégica de los mandos policiales y ampliar el alcance estructural de la profesionalización en materia de seguridad pública, a nivel federal, sin arriesgar avances y fortalezas estructurales de la Policía Federal.
Con esta modificación a la Ley de la Policía Federal se lograría reequilibrar y fortalecer los Mandos Superiores, a través de una cuota de género, y con ello impulsar el empoderamiento de la mujer en el ámbito profesional.
Consideró que solicitar como requisito a quienes aspiran a un puesto de Mando Superior la experiencia mínima de siete años, tiene como propósito evitar que personas sin experiencia accedan a espacios estratégicos de responsabilidad, cuya insensibilidad potencializa los riesgos institucionales ante la novatez y no garantiza el ejercicio de la carrera policial.
Finalmente, mencionó que tras quince años de instaurada la Policía Federal y muchos esfuerzos institucionales, orientados a fortalecer una cultura de equidad de género, aun no se reflejan cambios en la estructura de la institución; por ello, es necesario tomar en cuenta la trayectoria y capacidad de las mujeres para generar una perspectiva más equitativa, profesional e inhibir la improvisación.