El crecimiento de la economía mundial sigue mostrando señales de debilidad. En la zona del euro se prevé que la actividad económica continúe siendo afectada por el proceso de ajustes fiscal y crediticio que están teniendo lugar.
Después del deterioro en las condiciones de los mercados financieros internacionales durante el segundo trimestre, la mejoría que estas registraron en las últimas semanas fue moderada en virtud de que el avance en la solución de los problemas en algunas economías de la zona del euro ha sido limitado.
Así, prevalece el riesgo de contagio en los mercados financieros internacionales. Por su parte, en Estados Unidos el crecimiento continúa siendo modesto.
Si bien el empleo y la producción industrial crecieron en julio, los indicadores prospectivos apuntan a un posible debilitamiento de estas y otras variables en los próximos meses.
Adicionalmente, persiste la incertidumbre acerca del tamaño del ajuste fiscal que podría aplicarse en 2013 y del efecto que pudiera tener sobre el dinamismo de dicha economía. A su vez, en gran parte de los países emergentes el ritmo de crecimiento de la actividad económica continúa desacelerándose.
De todo lo anterior se deriva que los riesgos a la baja para el crecimiento económico mundial se han incrementado. En congruencia con el menor ritmo de actividad económica a nivel mundial, en la mayoría de los países se anticipan niveles de inflación en 2012 y 2013 menores que los registrados en 2011.
Incluso en varias economías avanzadas persisten condiciones subyacentes deflacionarias. Ello, a pesar del incremento reciente de los precios internacionales de algunas materias primas, principalmente granos y energéticos, que se espera tenga un efecto transitorio sobre la inflación mundial.
De ahí que durante las últimas semanas se haya continuado observando un mayor relajamiento de la política monetaria en varias economías avanzadas y emergentes, y es probable que en alguna de ellas se adopten posturas monetarias aún más acomodaticias en los siguientes meses, llevándolas a un nivel de laxitud sin precedente.