Alertan de que el gobierno estadounidense y empresas transnacionales encabezan nueva embestida para promover la siembra de maíz transgénico en México.
De manera paralela a la celebración del Día Nacional del Maíz, impulsado por la Campaña Nacional Sin maíz, no hay país desde 2009 y que este año tuvo más de 50 eventos y llegó hasta la India, Agrobio -organización civil fundada por empresas transnacionales promotoras de organismos genéticamente modificados como Monsanto, Bayer CropScience, Dow AgroSciences, Dupont-Pioneer y Syngenta- lanzó una ofensiva para promover una Alianza Pro Transgénicos en México, mancillando nuestra celebración.
Jaime Padilla Acero, representante científico de Agrobio, llamó a grupos académicos de todo el país para que se sumen a la citada alianza, con el objeto de: “…mejorar múltiples condiciones del campo y la agricultura mexicanas…”.
En un correo que ha circulado entre científicos, Jaime Padilla busca desacreditar a la Demanda colectiva y a sus firmantes, entre quienes destacan integrantes de la comunidad científica, como los doctores Dr. Antonio Turrent (Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y Premio Nacional de Ciencias), Víctor Manuel Toledo Manzur, Luciano Concheiro y Patricia Moguel Viveros. También firman la demanda integrantes de organizaciones civiles de amplia trayectoria y compromiso con la reactivación del campo, el comercio justo y la soberanía alimentaria, entre ellas la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Vía Orgánica, Asociación Rural de Interés Colectivo en Defensa y Preservación del Maíz Nativo del Estado de Tlaxcala, Asociación Civil, Alternativas y Procesos de Participación Social, Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero, Semillas de Vida, Grupo de Estudios Ambientales, Slow Food México, Fomento Cultural y Educativo, entre otras. Las organizaciones civiles encomendaron la defensa legal y colectiva del maíz nativo a la agrupación de abogados Colectivas. Cabe indicar, que por su parte, que la Alianza Pro-Transgénicos publicó un amplio desplegado firmado por asociaciones de empresarios donde exponen una serie de argumentos falsos a favor de los transgénicos.
Después de las conclusiones de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2015 acerca del potencial cancerígeno del glifosato –el herbicida asociado a los transgénicos- no es posible afirmar que los cultivos y alimentos transgénicos son “inocuos” a la salud humana y ambiental.
El hecho que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés)[1] esté promoviendo la difusión de 10 videos, uno por semana en español, para impulsar los cultivos genéticamente modificados en México, resulta preocupante, pues constituye una intromisión por parte de un organismo estatal del gobierno de de ese país en México, lo cual viola la soberanía alimentaria. La alianza y los videos atentan contra la independencia del Poder Judicial Federal mexicano. Los tribunales deben actuar libres de presiones, con mayor razón si se trata de presiones por parte de países extranjeros.[2] La Medida Precautoria derivada de la Demanda colectiva es la forma en que el Poder Judicial ha honrado el principio precautorio y evitado que se cause daño al maíz nativo durante el juicio colectivo.
Sembrar en el próximo ciclo otoño-invierno el norte de México con maíz genéticamente modificado de Monsanto, pondría en riesgo la biodiversidad genética del maíz nativo mexicano. Además, subordinaría económicamente a las y los campesinos al tener que comprar cada año el paquete tecnológico de semillas, agrotóxicos y pagar por las patentes. Significaría el fin de la milpa, terminaría con siglos de historia y desarrollo, que ha sido fundamental para una alimentación sana, de calidad y accesible para la población mexicana.
En el Día Mundial de la Alimentación exigimos que nuestro principal alimento -el maíz- se mantenga libre de contagio transgénico, ya que la seguridad alimentaria es un derecho universal que significa contar con la posibilidad de acceder a alimentos suficientes, diversos y libres de residuos tóxicos para llevar una vida sana y productiva.
Nos pronunciamos por la defensa de nuestro maíz mexicano y mantenemos nuestros argumentos y evidencias de la Demanda colectiva en torno al derecho que como mexicanos tenemos de conservar, utilizar y participar del gran patrimonio biocultural que representa la biodiversidad libre de transgenes; le pedimos al Poder Judicial que siga manteniendo la protección que fue otorgada por tribunales hace dos años y ha sido sostenida hasta el momento .
Asimismo exigimos al Poder Ejecutivo de México que respete el principio precautorio México por ser el centro de origen y diversificación constante del maíz.
Es deber del gobierno mexicano defender la soberanía nacional, por lo que debe protestar enérgicamente contra la intromisión que representan los videos de la USDA para modificar la normatividad alimentaria mexicana y actuar en reciprocidad conforme a Derecho Internacional.
Hacemos un llamado a la Semarnat, la Sagarpa y Cofepris para que dejen de litigar a favor de las empresas transnacionales contra el pueblo de México.
Finalmente, es fundamental atender la prohibición inmediata de soya transgénica que afecta a nuestro país en su calidad de megadiverso y pluricultural, en particular daña la apicultura mexicana que aún produce una miel de alta calidad para México y para exportación. Nos sumamos a la petición para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación cancele definitivamente los permisos que SAGARPA otorgó a Monsanto para siembra de soya transgénica, que podrían terminar con el modo de vida de más de 15 mil familias apicultoras de nuestro país. ¡De Mérida a Ensenada de transgénicos NADA!