El diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo propuso reformas a la Ley de Aguas Nacionales, para prohibir la explotación, uso y aprovechamiento de las aguas del subsuelo como elemento principal de cualquier técnica en procesos de extracción de hidrocarburos, e impedir la contaminación.
En su iniciativa plantea sancionar con una multa de mil 200 a dos mil días de salario mínimo a quien explote, use o aproveche las aguas del subsuelo mediante procesos de extracción de hidrocarburos, ya que estos han manifestado ser muy invasivos y contaminantes.
Uno de los grandes problemas de las aguas subterráneas, dijo, es la sobreexplotación, pues de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a partir de la década de los setenta ha venido en aumento sustancialmente el número de acuíferos sobreexplotados: 32 en 1975; 36 en 1981; 80 en 1985; 97 en 2001; 102 en 2003 y 104 en 2006. De ellos se extrae casi 60 por ciento del agua subterránea para todos los usos.
Fujiwara Montelongo mencionó que en el planeta las aguas subterráneas representan 98 por ciento del agua dulce no congelada, siendo el sostén de varias funciones y servicios ecológicos, además de ser fuente segura de agua para beber en regiones áridas y semiáridas, así como en pequeñas islas.
México, expuso, cuenta con aproximadamente 0.1 por ciento del total del agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina que un gran porcentaje del territorio nacional esté catalogado como zona semidesértica.
Argumentó que algunos datos del Centro Virtual de Información del Agua, revelan que 34 mil 430 litros de agua potable recibe la Ciudad de México por segundo, lo equivalente a 220 mil pipas de agua por día; 360 litros de agua consume diario en promedio cada mexicano; 70 por ciento es extraída del subsuelo y 10.6 millones de personas no cuentan con agua potable en el país.
Además, entre 30 y 50 por ciento del agua para abastecimiento público se pierde en fugas; 17 por ciento de este vital líquido potable es para uso industrial o comercial; 46 por ciento es para uso doméstico; 37 por ciento pertenece a tomas clandestinas. México ocupa el lugar 106 de 122 países en calidad mundial de agua.
De igual modo, 80 por ciento del agua de buena calidad se encuentra en los acuíferos; 27 por ciento de las aguas superficiales son de calidad aceptable, pero 24 por ciento de éstas no se usa porque se encuentra altamente contaminada.
El diputado René Fujiwara indicó que la extracción de aguas subterráneas se ha visto incrementada durante los últimos 50 años debido a su abundancia, alta calidad, confiabilidad y avances en la hidrogeología para facilitar su extracción a un costo relativamente accesible.
Relató que si bien se han logrado avances a nivel mundial en la investigación de estas aguas, aún existen temas a profundizar, como el funcionamiento de los sistemas acuíferos, el creciente riesgo global de agotarlas, la contaminación y deterioro de la calidad.
El diputado añadió que de acuerdo con el informe emitido por la organización GreenPeace, ¡Chale con el gas shale!, el proceso de denominado fracking, el cual se utiliza para la extracción de este producto, trae consigo dificultades tales como el manejo de lodos que brotan del pozo y que van a plantas de tratamiento inadecuadas, o que al desembocar en los arroyos y ríos, los contaminan.
Esta problemática, agregó, ha generado conflictos en más de doce entidades de Estados Unidos. También se han documentado rupturas en la protección de los acuíferos (de acero y hormigón) por la presión ejercida durante el proceso del fracking, lo cual significa que los lodos pueden contaminar directamente el agua subterránea.
En el mismo sentido, continuó, un estudio publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) expone que una de las mayores amenazas para la salud pública, es la contaminación de las aguas subterráneas para consumo humano.
De ahí, afirmó, el diputado de Nueva Alianza, el propósito de proteger los acuíferos nacionales ante cualquier actividad de explotación o contaminación a la que pudieran estar expuestos por los diversos métodos de extracción de los hidrocarburos en el país, ya que los daños al medio ambiente y a la salud de las y los mexicanos pueden resultar irreversibles.