La transformación nacional está en marcha gracias a una óptica muy clara del Gobierno de la República,  así como a la capacidad y madurez de las fuerzas políticas del país, que se han conjuntado para dar un nuevo curso a México, rumbo a la modernización y el desarrollo, afirmó el senador Emilio Gamboa Patrón.

El coordinador de los senadores del PRI subrayó que los cambios en nuestro país están, sin duda,  llamando la atención a nivel internacional. Ahora el reto es que éstos cristalicen en una mejor calidad educativa, seguridad, más empleos y mejor pagados, servicios de salud e infraestructura, para lo cual es necesaria la participación de todos, como lo es una administración pública pulcra y eficaz, para ganar la confianza de la población a favor de las reformas.

Si bien los cambios no serán inmediatos, deben irse reflejando paulatinamente en el bolsillo y la calidad de vida de la mayoría de los mexicanos, por lo que los senadores priistas continuaremos haciendo nuestra labor para concretar las reformas y dotar al país del andamiaje jurídico que permitirá reducir la pobreza y desigualdad.

De ahí la importancia de continuar con este ánimo de cambio,  para que realmente se pueda reflejar en una sensible mejoría en los niveles de vida, sobre todo en el de los jóvenes que carecen de oportunidades de crecimiento personal.

Sostuvo que la innovación de fondo a la que México le ha apostado, se ha traducido en una mayor confianza de la comunidad internacional hacia nuestro país, lo que quedó demostrado con la elevación de la nota crediticia para México, dada a conocer recientemente por la calificadora Moody’s.

Estamos mostrándole al mundo nuestro verdadero potencial de crecimiento, fomentando una gran confianza e interés por invertir en aquellos sectores de la economía que producen empleos.

Sin embargo, el éxito de estas reformas está ligado a la determinación y ánimo positivo que éstas originen hacia el interior del país y a la seguridad de que estamos ante una ventana de oportunidades inmejorable, para dejar atrás los lastres que han impedido nuestro desarrollo.