La educación artística en México debe considerarse como eje obligatorio y rector para todo el quehacer docente y, que al menos, se incremente a un 8 por ciento el total de horas clases anuales la impartición de educación artística.
“Los distintos gobiernos han enfocado sus estrategias educativas en aspectos laborales, y no bajo una visión integral de contenidos pedagógicos”, dijo la diputada federal Lizbeth Rosas Montero.
Indicó que la mayoría de las instituciones consideran a las materias sobre el arte como actividades extraescolares; por ello, los planes estudio no tratan con seriedad su inclusión, lo cual afecta directamente a los estudiantes.
Precisó que los beneficios de la educación artística en los distintos niveles educativos son innumerables y van desde fortalecer la autoestima, estimular la creatividad, y la obtención de valores que no se logra con otras asignaturas integradas en los planes escolares.
“La formación en el arte contempla una función ética y ciudadana, ya que promueve la formación de valores y favorece la identidad nacional. Además, consolida una efectiva igualdad de oportunidades para todos los estudiantes”, explicó.
Es necesario posicionar la educación sobre el arte en forma equilibrada respecto de otras asignaturas a partir del nivel básico y medio para fortalecer el desarrollo integral de los estudiantes, de sus potencialidades artísticas, capacidades cognitivas, practicas, éticas y afectivas, siempre atendiendo sus vocaciones personales, agregó.