La representante especial del Secretario General de la ONU para la Violencia contra los Niños, Marta Santos Pais, informó que según una encuesta realizada por este organismo, cerca del 50 por ciento de niños en etapa escolar es víctima o victimario de bullying.                                                                                                                

Agregó que los infantes más propensos a sufrir este mal son aquellos que se encuentran en estado de marginación, con bajos recursos económicos o que padecen alguna discapacidad.

“La escuela es un espejo de la sociedad y su comunidad; si el niño ve modelos de violencia en su hogar, en la calle, en la televisión, en programas de radio o Internet, cuando se le presente un problema  repetirá el modelo de violencia que observó”, sostuvo.

Añadió que las agresiones físicas, el abuso verbal, la intimidación, la humillación, los rumores que se hacen pasar de voz en voz e, inclusive, el abuso sexual, llegan a ser expresiones de violencia en las escuelas.

Dijo que se debe trabajar en favor de que las nuevas tecnologías se conviertan en herramientas que ayuden a promover los derechos del niño, y no lo contrario.

“No podemos olvidar el ciberbullying, algo malo puede llegar en un segundo a cientos de personas y el impacto y trauma que puede causar al infante podría ser mucho más grave”, afirmó.

María del Rocío Solís Gamboa, viceministra del Ministerio de Educación de Costa Rica, señaló que para atender la violencia escolar es necesario establecer una ley integral que contemple el respeto, la detección temprana de riesgos y situaciones que atentan con la convivencia sana en las instituciones educativas. “No se puede permitir que los centros educativos sean lugares donde los menores sufran”, añadió.

Destacó que el Ministerio de Educación de ese país ha implementado el Programa Convivir, el cual promueve el desarrollo de actividades participativas en los centros educativos de forma permanente, a través del fortalecimiento de las relaciones de convivencia en la comunidad estudiantil, así como propiciar el respeto, el disfrute de la diversidad, la participación y el sentido de pertenencia e identidad.

Explicó que este programa contempla cuatro protocolos de seguridad en los centros educativos de primaria y secundaria, los cuales están orientados a temas como la violencia física, psicológica y sexual; el acoso, matonismo o bullying y el ciberbullying; el uso y tráfico de drogas y la portación y uso de armas.

Añadió que estos protocolos buscan apoyar a los directores,  docentes y orientadores, a la comunidad educativa en general y a los  estudiantes, para que puedan enfrentar mejor estas amenazas, ya que  atender el acoso escolar exige trabajar con el triángulo del bullying, es decir, la víctima, el victimario y los observadores, con la intención de empoderar por medio del respeto y compañerismo.

En este sentido, agregó que un estudio del Ministerio de Educación arrojó que los niños violentados y los victimarios están inmersos en una forma de crianza a través de la violencia, y que entre  quienes observan estos actos existen dos grupos: unos son los que disfrutan ver cómo molestan a sus compañeros y otros tienen miedo de que les hagan lo  mismo y por ello son indiferentes.

Puntualizó que para establecer una legislación eficiente en la materia, se deben integrar todas las iniciativas sobre el tema y dejar a un  lado  los protagonismos; además, se debe apostar a la prevención y el respeto de los derechos desde la primera infancia, ya que en esta etapa se adquieren los elementos de la personalidad y los afectos.

Los legisladores de Chiapas, Chihuahua, Hidalgo, Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz, presidentes de las Comisiones de Educación de sus congresos locales, manifestaron que el bullying es un cáncer, por lo que es fundamental trabajar en acciones que generen políticas públicas eficientes para garantizar el interés superior de la niñez, y que sean apoyados por la familia, docentes, estudiantes y demás involucrados en la materia.