La senadora Silvia Garza Galván pidió a la Secretaría de Economía (SE) que remita un informe detallado y pormenorizado a la Cámara Alta sobre el número de concesiones otorgadas para la actividad minera en áreas naturales protegidas, así como la superficie que abarcan las mismas.
La legisladora por Coahuila señaló que la minería es una de las actividades económicas más importantes y que a nivel mundial nuestro país ocupa el primer lugar en la producción de plata.
“De acuerdo con SNL Metals & Mining 2015, la inversión en la explotación minera ocupa el primer lugar a nivel de América Latina y el cuarto en el mundo, y constituye el 4 por ciento del PIB”, dijo.
Señaló que según la SE el sector minero juega un papel muy importante en la generación de empleos, ya que en lo que va del año se crearon 350 mil empleos directos y más de 1.3 millones de indirectos.
Sin embargo, dijo, esta actividad puede ser causa de daño al ambiente durante las etapas del proceso, es decir, desde la instalación, durante la explotación y cuando se termina la explotación.
“Ante el desarrollo de la actividad minera resulta importante conocer de forma detallada las concesiones que se han otorgado para la explotación y extracción de minerales dentro de las áreas naturales protegidas”, resaltó.
Expuso que conforme a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, las áreas naturales son definidas como zonas del territorio sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción, y en donde los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano o que requieren ser preservadas y restauradas.
“Por la importancia de estos territorios, actualmente se han decretado 177 áreas naturales de carácter federal, aproximadamente se tiene una superficie protegida de 25 millones 628 mil 239 hectáreas; además, se suman 369 áreas destinadas voluntariamente a la conservación, abarcando una superficie de poco más de 404 millones 516 mil 17 hectáreas”, precisó.
Por último, consideró que por la importancia que representan dichas áreas naturales protegidas y los beneficios que trae consigo la actividad minera, debe existir un equilibrio entre ambas para brindar certeza al principio de sustentabilidad y sostenibilidad ambiental, y cuidar así la conservación de la diversidad biológica del país.