Las mujeres representan casi 40 por ciento de la población económicamente activa del país, pero sólo 3 de cada 10 de ellas emprende un negocio, por lo que resulta prioritario impulsar su incursión en el sector empresarial, indicó la diputada Socorro Quintana León.

Argumentó que, de acuerdo con cifras oficiales, la presencia laboral de las mujeres se reduce a los servicios educativos, salud y de alojamiento, así como en asistencia social y preparación de alimentos.

Por ello, propuso reformas a la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, con el propósito de que el acceso al financiamiento, sea en igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, además de facilitar el acceso al financiamiento público y privado a las jefas de familia.

Lo anterior, debido a que la mitad del total de las mujeres trabajadoras es el principal sostén de sus hogares, y generalmente destinan sus ingresos a la educación de sus hijos, a la familia, a los negocios y al desarrollo comunitario.

La legisladora federal priista dijo que para lograr la incorporación plena de la población femenina a los diferentes sectores productivos del país, es indispensable trabajar en dos ejes rectores: la capacitación y el acceso a las oportunidades.

Informó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en nuestra nación existen 4 millones 15 mil unidades empresariales, las cuales generan el 72 por ciento del empleo en el país.

Sin embargo, Quintana León puntualizó que sólo 3 de cada 10 mujeres emprende un negocio, y de esas 300 mil mujeres, 40 por ciento señala al machismo como la principal barrera a vencer.

“A pesar de los obstáculos existentes, las empresas que son encabezadas por mujeres y fueron respaldas por el Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas en Solidaridad (Fanaes), el 91 por ciento logró su supervivencia”, resaltó.

Lo anterior –añadió- demuestra que las mujeres podemos ofrecer rentabilidad en este gran sector económico, y por ende, es preciso fortalecer su incursión y permanencia para incrementar su participación.

Y aunque reconoció que aún existe mucho por hacer desde esta Cámara, para promover la igualdad, mediante iniciativas como la presente, se puede contribuir a emancipar a quienes son víctimas de los desequilibrios sociales.

“La creciente participación de las mujeres en la vida económica, política y social nos demanda actualizar nuestras políticas públicas, ya que garantizar la igualdad de oportunidades es un requisito para el desarrollo de la población y de la nación misma”, concluyó la diputada federal priista.