Escasa la matrícula

Actualmente existe una demanda para el ingreso a las universidades interculturales de aproximadamente 22 mil 709 alumnos indígenas en edad de estudiar a nivel profesional, así como una población objetivo de 55,286 alumnos, en tanto que la matrícula total para el año 2013 fue de 9,797 alumnos, cifra que cubre el 17.72 de la demanda, y tan sólo el 4.3 por ciento de cobertura en términos de la población potencial.

Estos son algunos de los datos que se incluyen en el Documento de Trabajo No. 186, titulado “Comunidades de aprendizaje: retos para la ampliación del impacto social de las Universidades Interculturales”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.

SE añade que además se analizan otros problemas de estas comunidades estudiantiles como la deserción escolar, fenómeno que experimenta una tendencia progresiva en cuanto al  abandono, suceso que aumenta conforme avanzan los niveles de educación.

El texto, elaborado por Mario Aguirre Mazón, hace notar que a pesar de contar con un diseño institucional orientado al involucramiento con la comunidad, y poseer una infraestructura al alcance de las poblaciones originarias, el sistema de universidades interculturales no ha logrado establecerse como un elemento que se integre a la población, capaz de constituir una vía de amplitud de capacidades para los alumnos potenciales.

A la fecha, el Sistema de Universidades Interculturales se compone de las siguientes instituciones: Universidad Autónoma Indígena de México (Sinaloa); Universidad Intercultural del Estado de México; Universidad Intercultural de Chiapas; Universidad Intercultural del Estado de Puebla; Universidad Intercultural Indígena de Michoacán; Universidad Intercultural del Estado de Tabasco; Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo; Universidad Intercultural del Estado de Guerrero; Universidad Intercultural de Nayarit; Universidad Intercultural de San Luis Potosí; y la Universidad Intercultural de Hidalgo.

En ese mismo sentido, el investigador dice que dentro de la misión de las universidades interculturales existen elementos que deben ser considerados al evaluar hasta qué punto el sistema es funcional, eficiente y eficaz en el cumplimiento de su quehacer. Los elementos que conforman la misión de este sistema de educación contrastan con un diseño curricular e institucional carente de componentes que sumen la consecución de estos objetivos.

En el documento se hace notar la existencia de un vacío de información, lo que ha impedido identificar tendencias generales del sistema de educación; además de que la escasa información disponible se provee a través de evaluaciones de ejercicio de fondos implementadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, datos que si bien son pertinentes, no cuentan con el enfoque pedagógico que resulta vital en la determinación del impacto social para los estudiantes y sus comunidades.