Guillermo Pimentel Balderas
Rafael Galindo Jaime, presidente nacional de la Central Campesina Independiente, afirmó que la nación enfrenta, en plena indefensión, a los siete modernos jinetes del Apocalipsis: la avaricia, la carestía, la inseguridad, el desempleo, la improductividad en el campo, la falta de acuerdos políticos y la hambruna derivada de la desnutrición.
Lo anterior, dijo, resultado de la indolencia de partidos políticos, legisladores que desempeñan una función en el Congreso de la Unión, funcionarios en los tres órdenes de gobierno y empresarios interesados sólo en acumular riqueza.
Este panorama, aseguró, se sustenta en cifras reales de pobreza extrema, el crecimiento de la delincuencia organizada y la escasez de reformas legislativas que favorezcan un repunte económico y social en México; además de que 11 empresarios, de acuerdo a la revista Forbes, reporten fortunas conjuntas en 2011 por 159 mil 700 millones de dólares, monto 28 por ciento superior al registrado en 2010.
Lamentó que la existencia en México que, al cierre del 2011, 11 hombres de negocios sean los más ricos del país al acaparar el 15% del PIB al acumular una fortuna de 160 mil millones de dólares mientras hay 22 millones de mexicanos en extrema pobreza, de los cuales la mayoría pertenece al medio rural, es una ofensa y demuestra que “el mayor vicio de los empresarios mexicanos es la avaricia”, uno de los siete jinetes de la apocalipsis modernos que cabalgan en el país,
Rafael Galindo Jaime, aseguró que no existe argumento alguno para negar que en México la distribución de la riqueza es inequitativa pues el hombre más rico del mundo, el empresario de Telmex, Carlos Slim, obtuvo en 2011, 69 mil millones de dólares, es decir, casi el 6 por ciento del PIB nacional.
En tanto, el empresario Ricardo Salinas Pliego de TV Azteca, tiene una fortuna de 17 mil 400 millones de dólares hasta el 2011, mientras que Emilio Azcárraga, de Televisa tiene 2 mil millones de dólares; los empresarios mineros Alberto Bailleres y Germán Larrea registraron una fortuna de 16 mil 500 millones de dólares y 14 mil 200 millones de dólares, respectivamente.
Indicó que los empresarios antes citados son sólo cinco de los 11 hombres más ricos de México para tener una idea de la magnitud de su “avaricia” mientras que de acuerdo a las cifras más recientes del CONEVAL, hablan de la extrema pobreza de millones de mexicanos y el salario mínimo diario de muchos de ellos, en el medio urbano, no llega a los 60 pesos, mientras que en el rural apenas a los mil pesos al mes, es decir cerca de 33 pesos diarios lo que representa la mitad de un salario mínimo general de $62.33.
El CONEVAL destaca que la población en situación de pobreza ascendió a 46.2 por ciento en 2010, lo que representa 52 millones de personas de las 22 millones están ubicados principalmente en el medio rural.
Se destaca que el incremento del número de personas en situación de pobreza estuvo relacionado con el crecimiento de la población que carece de acceso a la alimentación, la cual aumentó en 4.2 millones entre 2008 y 2010, así como a la reducción del ingreso real de los hogares, especialmente en las áreas urbanas.
Entonces, insistió, las víctimas más afectadas por la falta de desarrollo de nuestro país son los campesinos mexicanos cuando debería ser al contrario ya que en otros países el campo es una actividad detonante de la economía.
Por lo anterior, los siete jinetes que cabalgan en México es resultado de la ausencia de acuerdos políticos de las fuerzas que están gobernando al país, a la ausencia de voluntad, de consensos, de madurez política.
“Creo que las fuerzas políticas deben reaccionar a tiempo antes de que la violencia empiece a manifestarse en las diferentes regiones del país y en los diferentes segmentos sociales”
Necesitamos, dijo el líder de la CCI, “reformas estructurales y que no se abandone la gobernabilidad del país por razones de un proceso electoral que termina en tres o cuatro meses ya que los mexicanos la necesitamos para toda la vida o llegaremos a terrenos muy peligrosos”.
Desde mi punto de vista, me parece que falta otro Emiliano Zapata en México para que genere conciencia y cambios; que provoque inclusive el temor necesario para que se tomen las medidas correctivas, negociaciones, cuerdos en beneficio de la mayoría y creo que debe haber una revolución de conciencia que no sea de violencia que sea de cambio humanitario”.