La senadora María Elena Barrera Tapia insistió que la Secretaría de Salud federal debe considerar al suicidio como un problema de salud pública, ante el aumento de suicidios en la población infantil y adolescente.
Recordó que a través de un punto de acuerdo, aprobado por el Pleno de la Cámara Alta, solicitó incluir a la depresión en la lista de enfermedades de mortalidad, asociada al suicidio.
“Urgen acciones y programas de prevención, detección y tratamiento para evitar que se incremente el suicidio, las conductas suicidas y sus consecuencias”, declaró.
La tendencia de muertes por suicidio en México creció por arriba de la tendencia mundial, del año 1990 al 2000 este mal aumentó en un 150 por ciento, entre niños de 5 a 14 años y de 74 por ciento en jóvenes de 15 a 24 años, colocando al suicidio como una de las primeras causas de muerte en ese rango de edad.
Según la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, más de 6 millones de mexicanos presentaron una conducta suicida y más de 99 mil utilizaron servicios médicos por intentarlo.
Dijo que el suicidio se puede prevenir entre las y los adolescentes, por lo que debe ser prioritaria para el gobierno y las instituciones de salud del país.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el factor principal para cometer suicidio es la depresión, el abuso de alcohol, drogas, esquizofrenia, y trastornos causados por el divorcio, desempleo, enfermedad física grave, soledad, duelo reciente y antecedentes familiares de suicidio consumado.
Además, coloca a la depresión y el bullying como los causantes principales del suicidio, al alcanzar un 77 por ciento de incidencia.
La OMS considera que para prevenir este mal se requiere fortalecer los sistemas sociales y de salud; impulsar tratamientos; garantizar discreción en el manejo de los medios sobre las notas; mejorar la investigación y evaluación al respecto; entre otras.
Y es que, cuando se detectan y diagnostican correctamente estos padecimientos se pueden prevenir, por lo que debe considerarse como prioridad atender esta problemática.
A nivel internacional la OMS estima que existen aproximadamente 3 mil personas que ponen fin a su vida diariamente y por cada persona que consigue suicidarse hay al menos 20 que lo intentan.