Mercado negro en Facebook y Twitter

*“Vendo mi riñón en 300 mil pesos”

*Hay órganos que se cotizan en 800 mil

*Rede de médicos y hospitales clandestinos

A pesar de que en México existe una legislación en materia de salud para realizar trasplantes de órganos, la oferta y la demanda en el mercado negro para conseguir un órgano humano con posibilidades de ser trasplantado sigue siendo una alternativa para las personas en espera de volver a recuperar su salud.

De acuerdo con los datos del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), en México existen más de 19 mil personas en espera de un trasplante, el 43% son mujeres y 57 son hombres.

Los trasplantes de riñón tienen una demanda del 58% en tanto que el 38% es para córnea.

En los últimos siete años se han realizado en nuestro país 41 mil 906 trasplantes; 52% han sido de riñón, 46% de córnea y el 2% de hígado y corazón.

La demanda en México por conseguir un órgano ahora se ve reflejada en las redes sociales como Facebook y Twitter, en donde a través del anonimato se comercializan los órganos como riñón, hígado, corazón córneas, entre otros.

“Vendo mi riñón en 300 mil pesos”, son algunos de los post publicados para ofertar los órganos, los precios por un órgano varían desde los 260 mil hasta los 800 mil pesos o el millón de pesos. Quienes ofertan su cuerpo argumentan pasar por crisis económicas y la necesidad de pagar alguna deuda al banco o institución prestamista.

Las empresas Facebook y Twitter poco hacen por retirar los anuncios de venta de órganos a través de sus portales en México, algunos de ellos llevan meses publicando y negociando la venta de algún órgano que le salve la vida a un enfermo, en algunos post, se puede leer que pueden conseguirte el riñón que necesitas, para un niño, joven o personal adulta.

“El secreto a voces” como algunos médicos lo llaman, existe una comercialización de órganos que va más allá de un convenio o un acuerdo entre paciente y vendedor, existen en México organizaciones criminales que se dedican al comercio de órganos humanos y sus redes de operación se extienden en toda América Latina.

Los tratantes de órganos pueden conseguir el órgano que necesita el paciente y además llevar al paciente a Centroamérica o Sudamérica para que les realicen la operación. El periodo de observación después del trasplante es en la misma clínica y puede durar hasta 30 días para después retornar al país de origen con los respectivos inmunosupresores.

Sólo como una parte de la muestra del problema que vive México, en 2005 y 2006 se reportaron 32 mil niños desaparecidos, además, datos de Fundación Padres y Madres de Niños Perdidos señalan la desaparición de 500 mil niños de los cuales sólo 100 mil pudieron ser localizados.