Alejandro:
Mañana, (hoy) en el marco de tu informe legislativo, es altamente probable que des a conocer una decisión largamente anunciada; tu separación de las filas del PRD.
En política no hay sorpresas, sino sorprendidos. Tu renuncia al PRD es la conclusión natural de tu alejamiento del partido y de las claras diferencias que mantienes en diversos temas. En realidad te vas del partido del que, desde hace tiempo, en los hechos, ya no participas.
Tu militancia en el PRD, desde su fundación, ha permitido que la vida te trate bien. De los últimos dieciocho años, desde que juntos fuimos parte del Comité Ejecutivo Nacional que dirigía Andrés Manuel, nueve de ellos has sido Secretario del Gabinete y Jefe de Gobierno en el Distrito Federal, y casi seis Diputado Federal y Senador de la República, junto con una campaña para ser Presidente Nacional del PRD y candidato a gobernador. No está mal el recuento. Legislador y funcionario. Tu vocación es clara.
Ahora se han incrementado tus diferencias políticas con las de la dirección del PRD y con la forma como estamos enfrentando la crisis por la que atraviesa el partido. Tal como lo comentamos la última vez que hablamos, hay muchas cosas por hacer para corregir el rumbo y superar los momentos que vivimos, pero ello presupone comprometerse, trabajar y participar en la vida partidaria. Todo parece indicar que ese esfuerzo no estás dispuesto a realizarlo. Tal vez la comodidad del Senado sea demasiado atractiva para correr el riesgo de participar en la reconstrucción que los perredistas estamos llevando a cabo.
Si tu decisión es irte, te deseo buena suerte. Otro partido te espera en sus filas y ya te ha dado la bienvenida. Muchos esperamos que des el paso y te agrupes con quienes, es evidente, tienes más coincidencias políticas. No hacerlo te mantendría otra vez en la cómoda indefinición que has mostrado en más de una ocasión, pues es claro que resulta más atractivo quedarse en el Grupo Parlamentario de los Senadores del PRD con todas las prerrogativas que ello implica, que asumir el reto de ser un Senador de un Partido nuevo en busca de su registro.
La vida da muchas vueltas y la política también. Estoy seguro que volveremos a encontrarnos en el camino, cada quien con sus convicciones y sus responsabilidades.
Deseo que te vaya bien en el nuevo camino que emprenderás y que nunca olvides esos largos años a lado de muchos mexicanos que decidimos en 1989 construir este partido del que hoy te alejas.
CARLOS NAVARRETE RUÍZ