Denuncian en la Cámara
La diputada federal Natalia Karina Barón Ortiz destacó que tiendas prestigiosas en Estados Unidos y Francia han utilizado y presentado como propias prendas con diseños típicos de Santa María Tlahuitoltepec, sin mencionar que se tomaron de la blusa característica de la comunidad, lo cual generó irritación y malestar entre los artesanos y habitantes de este municipio de la sierra mixe, debido a que la ropa representativa se ha preservado de generación en generación.
Agregó que la defensa de esta causa es responsabilidad que deben asumir los legisladores para proteger los derechos colectivos de los pueblos indígenas en materia, así como tomar medidas y acuerdos pertinentes que ayuden a defender su patrimonio cultural.
A su vez, el diputado Luis de León Martínez Sánchez lamentó que México no cuente con una regulación sólida en materia de derechos de autor que determine los específicos a favor de los pueblos indígenas y de las personas que los integran.
“Las lagunas legales son las que hoy están poniendo en peligro la vida de más de seis mil habitantes de la comunidad mixe que se dedican a la elaboración de esta blusa”, expuso.
Pidió al gobierno del estado establecer un trabajo coordinado para ayudar a éste y otros municipios que se estén en esos supuestos. “Lo que afecta a integrantes de la comunidad mixe, también afecta al resto de los mexicanos. Por eso, alzamos la voz para defender el patrimonio cultural que los artesanos de Oaxaca construyen día a día en beneficio de sus comunidades y de todos los mexicanos”, puntualizó.
Por su parte, la diputada Yarith Tannos Cruz manifestó que en este asunto es necesario sobrepasar las barreras nacionales y solicitar la intervención de la Organización Internacional del Trabajo en el marco del Convenio 169 en el tema que especifica los derechos de las comunidades indígenas y tribales, y donde explícitamente hace un reconocimiento a la cultura y a la forma de subsistencia de dichas comunidades.
“Este es un plagio del trabajo creativo, inventivo y artesanal de nuestras comunidades indígenas y constituye, al mismo tiempo, la oportunidad de reivindicar sus orígenes, sus causas, su cultura y su forma de generar ingresos individuales y colectivos. Alcemos la voz, sumemos voluntades, fuerzas, inteligencias y talentos para evitar que se consume el plagio de esta artesanía”, insistió.