Con la presencia del embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne; el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer; el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, José Franco, así como los secretarios de relaciones exteriores de la National Academy of Sciences de Estados Unidos, Michael Clegg, y de la Royal Society of Canada, Jeremy McNeil, se inauguró el Simposio Nuevos Horizontes en la Ciencia, un encuentro que busca favorecer el intercambio de conocimiento y que lo organizadores consideran un paso para estrechar la relación de colaboración científica entre las tres naciones.
El acto de apertura se llevó a cabo en uno de los salones de la Casa de la Universidad de California, donde este domingo y lunes un nutrido grupo de investigadores de los tres países abordarán diversos temas a través de mesas de discusión. Entre los campos de la ciencia que serán abordados se encuentran: astrofísica, biotecnología, riesgos y desastres, oceanografía, biología marina y química verde.
En el breve acto de apertura, bajo un ambiente informal y relajado, el embajador estadounidense Anthony Wayne reconoció que el ritmo acelerado de los cambios tecnológicos y su impacto sustancial en el desarrollo económico ha convencido a la mayoría de los países que tienen que participar en la ciencia, la tecnología y la innovación en un nivel de clase mundial con el fin de ser competitivos económicamente y crear puestos de trabajo para sus ciudadanos.
“Los gobiernos de todo el mundo están trabajando para desarrollar e implementar políticas y programas para acelerar la prosperidad económica y que permitan a sus ciudadanos y empresas competir a nivel mundial de innovación. Esto es particularmente cierto en la región de América del Norte, donde nuestros gobiernos se han comprometido a cooperar en todos los sectores, en particular en las áreas de intercambio académico y la investigación conjunta y la innovación”.
Como ejemplo de ese interés, recordó que México y Estados Unidos pusieron en marcha un Foro Bilateral sobre la Educación Superior, Innovación e Investigación y otras iniciativas para fomentar una mayor cooperación y encontrar formas de trabajar con socios canadienses con el fin de ampliar esta colaboración en toda la región.
Denos buenas ideas
El subsecretario Sergio Alcocer felicitó a los organizadores por esta iniciativa y calificó el evento de histórico, porque no era muy frecuente que las tres academias de ciencias de la región estuvieran juntas. Aprovechó su intervención para destacar a aquellos países que han apostado a la ciencia y la tecnología con lo que han alcanzado mejores niveles de desarrollo, incluso con casos relativamente recientes como los de Corea y China, por lo que instó a los tres países trabajar juntos.
“Aquí tenemos a un grupo de investigadores que están pensando qué podemos hacer y decirnos a nosotros, a los gobiernos, qué se necesita hacer para facilitarles el trabajo. Si existen buenos proyectos los gobiernos tendrán la obligación de buscar los recursos, piensen buenas ideas, sobre cómo podemos trabajar juntos, pero sobre todo, ayúdenos a identificar como tener impacto en las vida de nuestras sociedades”.
Previamente, José Franco, resaltó la importancia de la reunión y de las posibilidades de alcanzar en conjunto proyectos potenciales en temas de interés común.
En entrevista por separado, destacó que nunca antes se habían reunido las academias de los tres países para discutir una agenda común. Comentó que este simposio es resultado de una serie de conversaciones e intercambio de ideas inicialmente entre las academias de ciencias de México y Estados Unidos
“Michael Clegg y yo coincidimos hace dos años en que necesitábamos integrar a toda la región en temas comunes. Pero el año pasado, cuando el doctor Alcocer fue nombrado subsecretario para América del Norte, me planteó la necesidad de organizar un foro que nos permitiera generar una agenda común en ciencia y tecnología para los tres países, entonces las cosas sucedieron con más rapidez y ahora tenemos la posibilidad de generar iniciativas muy buenas para las tres naciones”.
Dijo que este es el primer encuentro de esta naturaleza, y lo que también hay es un proyecto en el área de astronomía. “La astrofísica es un tema que nos parece estratégico, hay planes para tener un laboratorio binacional de astrofísica entre México y Estados Unidos. La idea es tener un telescopio en Arizona y otro en Baja California, estos dos instrumentos funcionarían como un solo laboratorio para las dos comunidades”.
Añadió que este es el tipo de iniciativas se podrían tener en todas las otras áreas, y la mecánica sería que los investigadores se conozcan a través de encuentros como los que propicia el actual simposio, para que se vean los avances, los proyectos que hay y empiecen a desarrollarse de manera binacional o trinacional.
El representante de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, Michael Clegg, dijo que el éxito alcanzado por la Unión Europea está basado en buena medida en la cooperación científica. En el caso de Norteamérica, dijo, somos países vecinos con grandes oportunidades para trabajar unidos.
Agregó que las academias de ciencias de los tres países tienen una relación importante, especialmente las de Estados Unidos y México, que desde hace muchos años han desarrollado diversos proyectos conjuntos.
En entrevista por separado añadió que de manera personal considera un honor trabajar con los líderes científicos de México, en particular con José Franco, y con otros presidentes de la Academia Mexicana de Ciencias.
Clegg hizo un llamado a continuar trabajando conjuntamente por el progreso científico y el crecimiento económico de los países de la región.
Por su parte, Jeremy McNeil, de la Royal Society of Canada resaltó la importancia del trabajo conjunto, y puso como ejemplo a la mariposa monarca que viaja desde México a Estados Unidos y después Canadá y luego regresa, lo que muestra a la región como un ecosistema.
“Lo que sucede en un país puede afectar a los otros, indicó, pues los problemas a los que nos enfrentamos no son locales, sino globales, como los derivados del cambio climático”.
Señaló además, que las academias de ciencias representan a los mejores científicos de los tres países y reconoció la riqueza de enfrentar los problemas que se van identificando a través de diferentes investigaciones y perspectivas.
“Considero extremadamente importantes las relaciones entre las academias de México y Canadá a través de las cuales se pueden impulsar proyectos que involucren a investigadores jóvenes y también los de mayor experiencia”.