La Secretaría de Relaciones Exteriores, en coordinación con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), debe actualizar la base de datos de migrantes mexicanos que radican en los Estados Unidos.
Así lo consideran diputados federales y senadores de la República, al resaltar la importancia de dicha actualización ante una probable reforma migratoria en ese país.
Durante la sesión de la Comisión Permanente del miércoles pasado, los legisladores acordaron hacer un llamado a la Conago y a la cancillería, para que instrumenten acciones conjuntas a favor de los migrantes mexicanos.
Insistieron en la necesidad de agilizar trámites y movimientos y contar con mecanismos que constituyan medios eficaces de identificación de los mexicanos viviendo en Norteamérica.
Subrayaron que esta acción va a permitir, además, fortalecer los vínculos con los connacionales que se encuentren en el vecino país y, de igual forma, posibilitará la difusión de información relativa a los alcances e implicaciones de la enmienda.
Destacaron la relevancia del ofrecimiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores, en el sentido de que las entidades federativas agilicen los trámites relativos a actas de nacimiento, credenciales para votar y documentos probatorios de identidad que serán requeridos por los migrantes mexicanos para futuras diligencias.
Asimismo, para los legisladores es preciso fortalecer los vínculos con las redes de representación de migrantes, a fin de garantizar la difusión de la información relativa tanto a la discusión de la reforma migratoria en el Congreso norteamericano, como a su eventual aprobación.
Calificaron de indispensable unificar la información recabada tanto en el ámbito nacional como aquella que se difunda en los Estados Unidos, para poder apoyar tanto a los mexicanos que ya radican en ese país, como a aquellos que apenas se encuentran en tránsito.
De acuerdo con el INEGI, los mexicanos representan el 28.2 por ciento de la población migrante radicada en los Estados Unidos y que se trata de un sector que tiende a ser más pobre y segregado que el resto de los latinoamericanos que inmigran a ese país.