En las cuatro décadas que vienen, la población mayor de 65 años se incrementará en aproximadamente un 600 por ciento. Ante esta realidad, México no está listo en materia de atención a la salud, pensiones, e infraestructura. Además, el sistema nacional en este rubro afronta los desafíos de la prevalencia de enfermedades crónico- degenerativas y los problemas de obesidad y sobrepeso.
Al envejecimiento y el cambio del perfil epidemiológico deben sumarse la velocidad de los avances en genómica, proteómica, robótica, telemática, informática, cirugía endoscópica y tecnología nanoscópica, que en su conjunto representan un desafío para la formación de profesionales.
Debemos educarlos de manera distinta y brindarles herramientas para que sinteticen la información que reciben y seleccionen la más útil, con la finalidad de proporcionar una atención de mejor calidad a sus pacientes, aseguró Enrique Ruelas Barajas, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Los jóvenes requieren una visión integral del contexto en que viven, que deberá incorporarse durante su preparación, a fin de brindarles elementos para analizarlo y adaptarse a sus exigencias, además de fortalecer la formación ética en los contenidos de la educación que se imparte en todas las instituciones del país, recomendó en ocasión del Día del Médico, que se conmemora este 23 de octubre.
El vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina también aludió a la necesidad de promover la adquisición de competencias en gestión del conocimiento para que los galenos sean capaces de tomar decisiones útiles, bien informadas y certeras. A la par de las modificaciones en la enseñanza, quienes ya ejercen deben adaptarse a un entorno que cambia de manera vertiginosa.
Además, debe considerarse que la población es cada vez más exigente al recibir los servicios, lo que implica mayor responsabilidad. Los médicos deben estar actualizados y proporcionar mejor atención a una población que envejece y padece enfermedades crónicas.
Las revoluciones que vienen
Si bien los padecimientos crónico-degenerativos (diabetes, hipertensión arterial y males cardiovasculares) y la transición demográfica representan los desafíos más importantes en materia de salud pública, los profesionales no deben descuidar los problemas sanitarios que persisten, como los casos de cáncer cérvico-uterino y muertes maternas, ejemplificó.
Ruelas Barajas estableció que en México convergen los padecimientos de los países desarrollados con un rezago de las identificadas como las más importantes en naciones en vías de desarrollo.
La suma de los retos implica la responsabilidad de mantener un enorme y profundo respeto por la profesión y brindar un servicio de calidad, con perspectiva humanitaria, a los pacientes. “A pesar de estar inmersos en esta revolución tecnológica y epidemiológica, debemos estar atentos a sus necesidades”.
Los enfermos también requieren afecto, además de medicinas, tratamientos y equipos. Los jóvenes no deben perder de vista esta exigencia, concluyó.