Investigadores del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM desarrollan una vacuna intranasal contra la enfermedad de la aterosclerosis, consistente en el endurecimiento de las arterias y asociada directamente con otros padecimientos como la diabetes, ataques cardiacos, hipertensión arterial y accidentes cerebro-vasculares, entre otros.
De acuerdo con Jaime Mas Oliva, quien encabeza la investigación, la clave de la vacuna está en bloquear a la llamada Proteína Transferidora de Ésteres de Colesterol (CETP), la cual ha estudiado durante décadas.
Esta proteína, explica, circula en el plasma normalmente que pone en “corto circuito” el sistema de retorno de lípidos en el cuerpo. “Así, el colesterol que tendría que irse al hígado y desecharse a través de lipoproteínas de alta densidad en las heces, se queda.” Las proteínas de CETP toman ese colesterol y lo regresan al organismo por medio de su depósito en otras partículas de baja densidad, que lo depositan en tejidos periféricos.
Los científicos han realizado pruebas en animales alimentados con altas concentraciones de colesterol, a los cuales fue aplicada para bloquear la aterogénesis, donde se inicia el depósito e infiltración de sustancias lipídicas en las paredes de las arterias.
El fundamento de la vacuna es bloquear la proteína de CETP utilizando parte de ésta, un péptido, y que es integrado en una preparación farmacéutica. En sus pruebas de laboratorio, al aplicarlo nasalmente a conejos, el péptido genera anticuerpos, de esta forma le quitan colesterol a las lipoproteínas de alta densidad bajando su nivel. Por si fuera poco, los investigadores de la UNAM han encontrado que la vacuna además tiene un efecto positivo en el hígado, y evita la generación de hígado graso, “una innovación más”.
De acuerdo con el científico, en el trabajo inicial con conejos, los resultados han sido muy prometedores. Pero es un primer ensayo, y hay que hacer otro con menores dosis de colesterol con el mismo modelo animal. Después hay que pasar a cerdos y hacer otra prueba en éstos antes de aplicarlo por primera vez a humanos. En tanto, el especialista, que lleva trabajando en la vacuna tres años, ya tiene una primera patente de la vacuna en conejos para proteger el desarrollo gracias al apoyo de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
Esta patente protegería el “sistema” en el cual están preparando la vacuna, así como los elementos que utiliza. De acuerdo con el científico, existen ya dos patentes de farmacéuticas con el principio de bloquear CETP, ya se encuentran en fase 3 clínica, pero son muy diferentes a la de los universitarios.
Emplean un segmento diferente para hacer el anticuerpo, puesto que requieren segmentos peptídicos unidos de fragmentos de toxinas. Además son inyectadas, agregó, ya sea de DNA o de otro fragmento de CETP. El experto destacó que son diferencias importantes y la que desarrollan además sería más barata y fácil de aplicar. Las ventajas son varias y hay mayor originalidad de la preparación, la vía de aplicabilidad y el conocimiento sobre este péptido, que es propiedad de la UNAM.
El resultado de esta investigación es otra innovación del científico y su laboratorio, donde se desarrolló desde hace alrededor de una década un kit de diagnóstico de la aterosclerosis, que en su momento no trascendió por el retiro del apoyo de la empresa mexicana involucrada entonces. En este sentido, el científico busca que su nuevo desarrollo trascienda más para lo cual buscarán apoyo y financiamiento de empresas extranjeras e instituciones “con mayor visión”.
“Esta vacuna, de principio a fin, puede costar seis millones de dólares, yéndonos de forma conservadora. Si a una empresa mexicana le decimos que es un proceso de tres años —pero que no sabemos qué va a pasar, si funcionará o no, si será segura o no, en ciencia no hay nada escrito— y aparte que cuesta estos millones de dólares, se echan para atrás sin problema.” (Agencia ID)
Revista Protocolo