El autismo es un síndrome que afecta a la población infantil, sus principales características son problemas en el desarrollo motor, de lenguaje y socialización. Se estima que de cada 100 mil nacimientos, cinco lo presentarán.
Alfredo Romero Velázquez, Jefe de Urgencias y Admisión Continua del Hospital Psiquiátrico Infantil “Juan N. Navarro”, enfatizó que aunque esta cifra no es alta, la enfermedad tiene un fuerte impacto en la familia y en el niño, al ser un paciente que requerirá cuidados y apoyo el resto de su vida”.
Estudios realizados al respecto señalan que sólo 5 por ciento de estos niños llegarán a ser independientes y autónomos durante su vida adulta, mientras que el otro 95 por ciento requerirá de la supervisión de otra persona.
En el marco de la celebración del “Día del Autismo”, explicó que el tratamiento para este síndrome es individualizado, debido a que cada paciente tiene diferentes niveles de afectación. “Tenemos que identificar fortalezas y debilidades para que un equipo multidisciplinario establezca el tratamiento más adecuado para el caso”.
El tratamiento se basa principalmente en terapias psicológicas orientadas a que el niño adquiera mayor socialización, a que desarrolle en lo posible sus habilidades de lenguaje y una mejor adaptación al medio.
Es común que estos niños requieran de un manejo farmacológico para tratar algunas alteraciones como ansiedad, depresión o episodios de agresividad, las cuales son secundarias a este síndrome.
Romero Velázquez comentó que algunas señales que hagan sospechar que un niño tiene este síndrome es el desarrollo motor limitado, al mostrar retraso en la edad de sentarse, gatear, caminar, y cuando lo hacen es de manera deficiente, así como una comunicación deficiente o nula.
Una característica de estos niños, y que es el principal motivo de consulta, es que los padres notan una falta de reciprocidad emocional, es decir, son totalmente indiferentes a las muestras de cariño. “Si uno se ríe, ellos ignoran, si se trata de jugar con ellos, se alejan, y muchos ni siquiera toleran el contacto con otra persona”.
Estos síntomas regularmente son identificados por los padres a los tres o cuatro años de edad, lo que retrasa su diagnóstico.
Finalmente, mencionó que el tratamiento de este síndrome es costoso ya que para diseñar y tratar un niño con autismo se requiere por lo menos de siete especialistas. Actualmente sólo dos instituciones públicas atienden de forma integral a este tipo de pacientes, el Hospital Psiquiátrico Infantil “Juan N. Navarro” y el Centro Integral de Salud Mental (CISAME).