Para detectar irregularidades en la superficie o topografía de la córnea relacionadas con enfermedades oculares como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía, los físicos aportan a la medicina métodos diagnósticos que miden con gran precisión esa capa transparente, ubicada en la parte más externa del ojo.
Lentes naturales de gran plasticidad y eficiencia, los ojos son ejemplo de la óptica en la naturaleza. Las córneas translúcidas permiten el paso de la luz externa y en ellas ocurre en gran medida el proceso de refracción, responsable de la capacidad de enfocar lo que se ve.
Un novedoso método para evaluar su superficie ha sido desarrollado por Yobani Mejía Barbosa, físico de la Universidad Nacional de Colombia que, de visita en la UNAM, ofreció una charla sobre su prototipo, en el seminario mensual del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET).
Con el uso de un proceso de metrología óptica llamado Prueba de Hartmann, que se emplea para evaluar los espejos de los telescopios y reproduce, a través de una rejilla, puntos de luz que ubican cada parte de la superficie corneal, para mostrar en un gráfico regiones irregulares de la córnea, Mejía Barbosa desarrolló un equipo dotado con fibra óptica y una serie de 252 agujeros ordenados (parecidos a gotas), por donde pasa la luz, una vez que el aparato se dirige a los ojos de un paciente.
Su propuesta avanza el popular método de Anillos de Plácido, con el que oftalmólogos y optometristas estudian la superficie corneal, una vez que un cono anillado se acerca al órgano y es registrado por una cámara digital.
En lugar de anillos que reproducen en una pantalla la superficie de la córnea, utiliza la luz estructurada que pasa por su instrumento.
En su diagnóstico, estudia el patrón de los rayos luminosos que atraviesan por los agujeros tras acercarse al ojo del paciente, y luego los analiza con una serie de ecuaciones, para identificar con gran precisión las zonas irregulares de la córnea, que provocan aberraciones en su actividad.
Mejía Barbosa fue presentado en el CCADET por el investigador Rufino Díaz Uribe, también especialista en óptica aplicada a la oftalmología, y quien ha desarrollado desde hace décadas un equipo propio, llamado queratopógrafo láser.