Entre ellas y, a pesar de los mitos, este alimento puede ayudar a quienes desean perder peso.
Cocidas o asadas, las patatas son un alimento prácticamente libre de grasa.
Empezaron a importarse de Sudamérica en el siglo XVI y tardaron otros 150 años en convertirse en uno de los alimentos básicos en Europa. Hoy por hoy, la patata es uno de los pilares básicos de la alimentación en medio mundo; es un producto económico y con una versatilidad gastronómica extraordinaria. Pero más allá de que podamos disfrutar de su sabor de mil y una maneras, estos tubérculos cuentan con numerosas ventajas a nivel nutricional. En este decálogo, que nos llega de la mano de EUFIC (‘Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación’) te resume las más importantes.
1. Cocidas o asadas, las patatas son un alimento prácticamente libre de grasa.
2. Son una magnífica fuente de carbohidratos, la principal fuente de energía del organismo (de hecho. deberían representar como mínimo la mitad del consumo diario de calorías).
3. Las patatas son una buena fuente de fibra (que ayuda regular el tránsito intestinal) y facilitan la función digestiva. Cocida con piel contienen aún más fibra, sin embargo, hay que tener cuidado y no comérsela si está descolorida o presenta marcas.
4. Las patatas aportan también vitamina C. Aunque hay muchas frutas y zumos de fruta que contienen vitamina C, ningún otro alimento rico en almidón contiene tanta cantidad como la patata.
5. También contienen varias vitaminas del grupo B. Estas vitaminas tienen numerosas funciones en el organismo, incluyendo un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos para proporcionar energía y mantener la salud de la piel y el sistema nervioso.
6. Asimismo son una buena fuente de potasio, además de contener pequeñas cantidades de otros minerales como magnesio y hierro.
7. Apenas no contienen sodio (que junto al cloruro forma la sal). Las recomendaciones sanitarias sugieren no consumir demasiada sal debido a la relación existente entre el consumo de sodio y el riesgo de tener una elevada tensión arterial (hipertensión). 8. Las patatas pueden ser muy útiles para quienes desean perder peso o evitar ganarlo. Una ración media de patatas cocidas sin piel (180 g) contiene unas 140 calorías, un contenido energético muy inferior al de la misma cantidad de pasta cocida (286 calorías) o arroz cocido (248 calorías). Sin embargo, estas personas deben tener cuidado ya que el contenido energético de las patatas fritas puede ser el doble o el triple del de las patatas cocidas o asadas, por lo que resultan menos recomendables para quienes desean perder peso.
9. Otro aspecto interesante para quienes no quieren ganar peso es que las patatas tienen un elevado índice de saciedad. Un estudio realizado sobre los efectos en la saciedad de distintos alimentos halló que las patatas tienen un índice de saciedad tres veces mayor que la misma cantidad de calorías de pan blanco.
10. Para quienes deben seguir una dieta sin gluten y no pueden comer muchos alimentos comunes como el pan, la pasta y la mayoría de los cereales de desayuno, las patatas tienen una gran importancia. No contienen gluten y pueden ser consumidas libremente por quienes deben evitarlo o quienes prefieren no consumir trigo por otros motivos.
Tabla de calorías (Kcal) de las patatas por cada 100 gramos:
-Cocidas con piel: 66
-Asadas sin piel: 77
-Asadas con piel: 85
-Puré de patatas con leche y mantequilla: 85
-Patatas fritas de hamburguesería: 280