Se recomienda mantener los horarios de comidas de un día para otro y no saltarse ninguna.
Hacer comidas irregulares y dejar pasar demasiado tiempo entre ellas produce hipoglucemia.
Esto último es el descenso de glucosa en sangre que podría explicar el porqué de los sofocos.
En el caso de la mujer en la menopausia, irritabilidad, cansancio, etc.
Por tanto, distribuir la alimentación total diaria en 3 comidas principales y valorar la toma de almuerzos o meriendas más ligeras es una buena medida.