El sexo produce felicidad, buen humor, salud física y emocional, pero si no lo tiene tu cuerpo lo resiente y avisa de la falta de actividad sexual.

Las mujeres que no practican ejercicio ni mantienen relaciones sexuales frecuentes tienen mayores niveles de adiposidad o colesterol malo por arriba de los valores recomendados y en menor medida de padecer cáncer de mama o diabetes, afirma Issa Dahabreh, investigadora de la Universidad de Tufts en Massachusetts, Estados Unidos.

El sexo es una de las medicinas naturales más efectivas para alejar enfermedades. Se liberan endorfinas que tienen un efecto analgésico en el sistema nervioso central.

Neurólogos de la Universidad de Munster en Alemania concluyen que la actividad sexual ayuda a eliminar el dolor de cabeza o las migrañas.

La falta de sexo causa trastornos de sueño e insomnio desencadenando otros problemas como baja concentración, irritabilidad, fatiga, pérdida de reflejos, visibilidad y coordinación de movimientos, entre muchos padecimientos.

Se ha asociado la baja actividad sexual con la autoestima. Investigaciones afirman que con una vida de abstinencia, la mujer sufre insatisfacción por su cuerpo, se siente mal con su apariencia por no contar con una pareja con quien compartir su intimidad, por lo que su ánimo decaerá.

Una vida carente de relaciones sexuales provoca que la piel envejezca y que su aspecto se vea hasta 10 años mayor. Uno de los beneficios del sexo es el aumento de la circulación sanguínea y la oxigenación, lo que logra que la epidermis se ve brillante.