Para evitar deformaciones en los pies, los niños en edad escolar necesitan usar zapatos cómodos, con la parte posterior rígida para contener el tobillo, con el frente cuadrado o redondo y que los tenis sólo se utilicen para actividades físicas, recomendó María del Carmen Mora Rojas, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La coordinadora Clínica de Enseñanza e Investigación en Salud, de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Siglo XXI, destacó la importancia de brindar calzado de calidad a los pequeños en esta etapa de la vida, debido a que los huesos se moldean hasta los siete años.
Por lo tanto, añadió, el zapato debe ser de material semirrígido, tener buena contención para el tobillo y pie, que sea a la medida y no apriete los dedos para que no se deformen los pies; además, el uso de tenis es exclusivo para las actividades físicas y no de uso diario, hasta los siete años.
La doctora Mora Rojas insistió en que los niños de esta edad no deben usar calzado muy flexible o de baja calidad, porque ello predispone al pie plano, sobre todo cuando usan tenis todos los días. Después de esa edad pueden usar zapatos un poco más flexibles, siempre cómodos y que no les aprieten, puntualizó.
Lo ideal, agregó la especialista del Seguro Social, es que el material del calzado sea de vaqueta o suela de cuero; aunque en la actualidad existen zapatos de goma o de plástico, los padres deben verificar que tengan buena contención hacia el pie y no lo maltraten.
México, D.F., a 19 de agosto de 2012. No. 098.
Indicó que también se debe tener cuidado en el espacio que va de los dedos a la punta del zapato, ya que lo más adecuado es que exista medio centímetro de diferencia para que los dedos estén libres y los niños los puedan mover.
De lo contrario, precisó la rehabilitadora del IMSS, cuando el zapato está apretado, los niños flexionan los dedos y provocan callosidades. Tampoco deben usar calzado más grande porque no sujeta bien el pie, además se sugiere que las niñas no los utilicen con terminación en punta porque comprimen más los dedos.
La coordinadora Clínica de Enseñanza e Investigación en Salud de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Siglo XXI advirtió que el pie plano se ha vuelto un problema común en nuestros días por el uso constante de tenis.
Para detectar esta anomalía, aconsejó que los padres vean al niño descalzo con el pie apoyado completamente en el piso, a fin de identificar si la parte posterior (el tobillo) se hace hacia adentro; de ser así, se trata de una deformación (valgo de retropié) que jala la rodilla y provoca que éstas se junten, lo que resulta en un problema de pie, rodillas y posteriormente de cadera.
Por ello, es importante atender con oportunidad al menor que dice cansarse fácilmente al caminar o que le duelen los pies, y llevarlo con el médico en rehabilitación u ortopedista, los más autorizados en la atención de estos problemas.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social, el médico familiar puede hacer la detección y canalizar al menor, ya sea a rehabilitación o consulta de ortopedia, donde se hará la evaluación correspondiente y, de ser el caso, se prescribirá el uso de plantillas u otra terapia o tratamiento.
María del Carmen Mora Rojas reiteró que el problema más importante es el pie plano, justamente por el uso inadecuado de calzado, por lo que recomendó que los menores caminen descalzos para fomentar que la bóveda plantar haga el arco y no haya problemas posteriores.
Destacó que es muy bueno que los niños caminen descalzos, de puntas y de talón, en diferentes terrenos como pasto, tierra o arena, para beneficiar los músculos de la bóveda plantar y hagan el arco tanto longitudinal como transversal.