Son enfermedades que atacan el estómago y los intestinos; generalmente son ocasionadas por bacterias, parásitos, virus y algunos alimentos como leche y grasas, aunque también existen algunos medicamentos que las provocan.

Dentro de los síntomas que presentan dichas enfermedades están la diarrea y por consiguiente la deshidratación.

Diarrea

Son evacuaciones pastosas (aguadas) o líquidas, acompañadas de moco o sangre, que aumentan de acuerdo al número de veces que se va al baño.

En el caso de que los niños y adultos mayores, la diarrea puede convertirse en una enfermedad mortal debido a su pronta deshidratación.

Entre los síntomas que presenta, está la sensación de seguir evacuando, dolor abdominal o cólico, movimientos en los intestinos, náusea, vómito, poco apetito, fiebre, malestar general y debilidad.

Si presentas uno o más de estos síntomas, evita consumir leche, alimentos con grasa, verduras crudas, frutas con cáscara y leguminosas como lentejas, frijol y habas.

Tomar agua o “vida suero oral” en pequeñas cantidades a lo largo del día.

Nunca te automediques, pues todos reaccionamos de manera diferente a los medicamentos o bien puedes disfrazar la verdadera razón de tu enfermedad.

Acude al médico tan pronto puedas, para que te revise y te indique el tratamiento adecuado.

Deshidratación

Es la principal complicación de las enfermedades gastrointestinales cuando estas no se tratan a tiempo. Los niños menores de 5 años y los adultos mayores,  están más expuestos a presentarla.

Se origina por la pérdida de líquidos, sales (electrolitos)  y  sustancias que  en condiciones sanas,   absorbe el intestino, pero por la presencia de la diarrea, no se absorben.

Las características de deshidratación son tener mucha sed que no se sacia,  ojos hundidos y secos; llanto sin lágrimas; sensación de boca seca, además de que la persona está confundida, decaída y con poca energía.

Si la persona presenta calambres y no quiere tomar líquidos, es necesario acudir de inmediato al médico de tu Unidad de Medicina Familiar, ya que una deshidratación sin tratamiento puede ocasionar la muerte.