El nivel absoluto de testosterona libre en el torrente sanguíneo de un hombre no representa el potencial para que la hormona actúe en su cuerpo.

La mayor parte de la testosterona en sangre está aglutinada con proteínas y solamente un 2% está disponible para la asimilación por las células del cuerpo (testosterona libre).

La proteína más significante que se une a la testosterona se llama Globulina Aglutinante de la Hormona Sexual (Sex Hormone Binding Globulin o SHBG), una proteína cuyos niveles aumentan con la edad. A mayor SHBG presente en sangre, menor será la testosterona disponible para actuar sobre sus células. Los factores que influencian los niveles de testosterona en el adulto maduro son múltiples.

Si bien algunos autores refieren a la edad como el factor más importante en los cambios hormonales, hay también evidencias de que las medidas antropométricas (peso, talla, perímetros cutáneos) y el estilo de vida tienen algún rol en estos cambios. El stress y las enfermedades aceleran la disminución de la función de las células de Leydig (productoras de testosterona).

Como en cualquier alteración de la salud, es importante el diagnóstico precoz y que el afectado preste mucha atención a los primeros síntomas. Aunque hay numerosas propuestas de cuestionarios y protocolos para investigar su aparición, el más sencillo y fiable es el de la Universidad de San Luis.

El quid está en la primera y la séptima pregunta, que se refieren a la calidad de la vida sexual y al declinar de la misma, síntomas clave. Si la respuesta a las dos preguntas es afirmativa, o lo son las contestaciones de tres de las otras cuestiones, no cabe duda: el síndrome de Adam se está instaurando.

• ¿Ha disminuido su apetencia sexual?

• ¿Se siente falto de energía?

• ¿Ha disminuido su fortaleza y fuerza físicas?

• ¿Ha perdido estatura?

• ¿Ha notado una disminución de las ganas de vivir?

• ¿Se siente triste e irritable?

• ¿Son sus erecciones poco potentes?

• ¿Ha notado una disminución en su habilidad por los deportes?

• ¿Se queda dormido después de la cena?

• ¿Ha notado una disminución de su capacidad para el trabajo?