Un sueño reparador, entendido como aquel en el que no se duermen menos de seis horas ni más de nueve, constituye uno de los mejores mecanismos para prevenir accidentes, enfermedades cardiovasculares, obesidad y cáncer.
Así lo informó Daniel Hernández Gordillo, médico que encabeza la Clínica del Sueño en el Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, y agregó que en este mes de marzo se celebró el Día Mundial del Sueño, “se trata de una fecha movible porque se conmemora cada segundo jueves de este mes”.
Comentó que el lema de este año es “Dormir bien proporciona un envejecimiento saludable”, lo cual tiene mucho de cierto, ya que durante el sueño el cuerpo lleva a cabo innumerables funciones que coadyuvan a que los diferentes órganos y sistemas del cuerpo trabajen de manera adecuada”.
Señaló que uno de los principales problemas para un sueño reparador es la apnea obstructiva, caracterizada por el cese momentáneo de la respiración mientras se duerme.
Destacó que estos colapsos respiratorios, entre otras repercusiones, traen consigo estrés oxidante que, a su vez, repercute en complicaciones cardiovasculares.
Manifestó que un hallazgo asocia la baja de oxigenación con el crecimiento de tumores, debido a la formación de nuevos vasos sanguíneos que sucede como mecanismo compensatorio de la baja de oxigenación.
Recordó que la circulación sanguínea tiene como principal función, la transportación de oxígeno por el organismo, “de ahí que cuando hay una baja de oxigenación, el organismo como un mecanismo compensatorio, tiende a formar nuevos vasos sanguíneos lo que favorece el crecimiento de tumores, en especial a nivel colo-rectal, prostático, pulmonar y de mama, en ese orden”.
Subrayó que dormir menos de seis horas incrementa el apetito en 30 por ciento, aumenta el riesgo para desarrollar obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas a ésta como diabetes.
Respecto a la siesta, mencionó que ésta se recomienda en aquellas personas que duermen seis horas o menos y aun así esta no debe rebasar los 30 minutos y no debe tomarse cerca de la hora de acostarse.
“Procurar dormir bien resulta fundamental como una herramienta preventiva muy eficiente, que además lleva a las personas a un envejecimiento exitoso, por lo que se recomienda el establecimiento de horarios para acostarse y levantarse, los cuales deben respetarse aún en fines de semana”.
Afirmó que es fundamental evitar el consumo de bebidas que contengan cafeína -café, té y refrescos de cola-, después de las 14:00 horas o el mediodía, y no consumir alimentos en forma abundante sobre todo si provocan acidez, como los de alto contenido de grasa e irritantes.
Explicó que tampoco es bueno consumir alcohol ni fumar antes de acostarse, “y es recomendable mantener la habitación oscura, a temperatura confortable y aislada de ruidos, y si la persona practica ejercicio de forma periódica, éste debe hacerse al menos dos horas previas a ir a dormir”.
Subrayó que el uso de ropa cómoda contribuye también a un buen dormir.
“Los trastornos de sueño no deben pasarse por alto y ante la presencia de ellos, es fundamental buscar atención médica para que se diagnostique el origen de la alteración y se prescriba el tratamiento a seguir; eventualmente, tan sólo con un cambio en los regímenes alimenticios y la consecuente pérdida de peso, se consiguen excelentes resultados”, concluyó.