Las enfermedades del hígado son una de las principales causas de muerte entre mexicanos y se debe, principalmente, a los distintos tipos de virus de la hepatitis. En 2011, se registraron 32 mil 728 defunciones.

En México, se requieren campañas intensivas de prevención e información para erradicar la enfermedad. El sistema de salud cuenta con vacunas que protegen contra los tipos A y B, que deben aplicarse a la población, recomendó Rodolfo Vick Fragoso, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

En ocasión del Día Internacional contra la Hepatitis, que se conmemora este 28 de julio, señaló que las estrategias respectivas deben considerar que, de acuerdo con distintos estudios, más del 80 por ciento de la población cuenta con anticuerpos contra el virus del tipo A, sin haber tenido la enfermedad.

Amenaza viral

La hepatitis es provocada por distintos virus que causan daños a nivel celular o tisular en el hígado, el cual se inflama. Los pacientes presentan color amarillo de mucosas y tegumentos, problemas de coagulación y sangrado, várices en el esófago y recto, disminución a la producción de proteínas y, en consecuencia, retención de líquidos.

El virus del tipo A se transmite de una persona a otra por vía fecal-oral. Los brotes que tienen su origen en una fuente común se deben, principalmente, al consumo de líquidos y alimentos contaminados.

El contagio está estrechamente vinculado con el suministro deficiente de agua potable, la carencia de servicios de drenaje y malos hábitos de higiene. No eliminar de forma adecuada las heces fecales favorece la transmisión, advirtió.

Este tipo es altamente contagioso. En un colegio, un alumno enfermo puede contagiar al grupo e, incluso, a toda la población escolar. Además de la inmunización, debe mejorarse la infraestructura de saneamiento y garantizar el abasto de agua potable suficiente a la población.

Riesgos

Respecto a la hepatitis tipo B —para la cual también existe vacuna—, el experto refirió que una de cada 10 personas que la padecen puede desarrollar un carcinoma en el hígado, porque al igual que el tipo C, en su genoma está presente la capacidad oncogénica, de ahí que provoquen desde cirrosis hasta un cáncer, explicó.

La enfermedad tiene un periodo de incubación de hasta seis meses y se contagia por objetos punzocortantes, por ejemplo, al no usar material nuevo para perforaciones y tatuajes. Es necesario sensibilizar a los jóvenes al respecto, para que soliciten que el instrumental que se utilice con estos fines sea desechable, para evitar el contagio, advirtió.

La vacuna disponible se aplica en dos dosis y garantiza una protección cercana al 90 por ciento. En cinco años, debe tomarse un refuerzo, informó.

Enfermedad silenciosa

Vick Fragoso señaló que el tipo C se contagia principalmente vía transfusión sanguínea. Con este antecedente, la vigilancia epidemiológica de bancos de sangre es estricta, al igual que los cuestionarios aplicados a los donadores.

No tiene síntomas notorios y sólo se detecta después de varias pruebas. Además, el tratamiento es costoso y va de tres meses a un año. Los pacientes presentan várices o trastornos hepáticos graves, que comprometen su calidad de vida, subrayó.

La prevención es fundamental. Toda persona que sospeche de tener el virus de la hepatitis C debe recurrir a los centros de salud para aplicarse las pruebas respectivas, recomendó.

Actualmente, no hay una vacuna contra la enfermedad. Cada tres meses, los pacientes deben recurrir a control médico entre dos y cuatro veces al año, porque pueden presentar sangrado en el tubo digestivo y provocarles la muerte o insuficiencia hepática causada por el virus.

Recientemente, recordó, el esquema de vacunación contra la hepatitis A y B se amplió a adolescentes, adultos y personas de la tercera edad. Para garantizar la cobertura contra este padecimiento, es necesario que la población esté convencida de los beneficios de la inmunización.

Los biológicos disponibles están respaldados por años de investigación. En casos extremos, la hepatitis provoca cirrosis y cáncer, que pueden evitarse con sólo acudir a los centros de salud del país, concluyó.