El tabaquismo está asociado a graves daños a la salud, aunque es posible enfrentarlo, se necesita que los consumidores cooperen y encuentren apoyo en tratamientos combinados con terapias y fármacos. En México, al año mueren 60 mil personas por enfermedades relacionados con este problema.

Al ofrecer la conferencia Perspectivas del tratamiento del tabaquismo, del Seminario Adicciones-Un Problema de Salud Pública en México, Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo, de la Facultad de Medicina (FM), informó que en el mundo, mil 300 millones de personas son consumidores de tabaco; mil millones son hombres, y de éstos, 70 por ciento se ubican en China y cerca de 300 millones de mujeres son fumadoras.

En el Auditorio Fernando Ocaranza, la académica universitaria presentó una proyección estadística en la que indica que del año 2005 al 2030 morirán en el mundo 175 millones de personas a consecuencia del tabaquismo. En cuanto a México, la mortandad es de 60 mil al año; un promedio de 165 decesos por día.

Ponciano Rodríguez detalló que de cáncer de pulmón, bronquios y tráquea, fallecen 90 por ciento de las personas que lo padecen; de enfermedades cerebrovasculares, 51 por ciento; de enfisema, bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), 84 por ciento, y de enfermedad isquémica del corazón, 45 por ciento.

Respecto a los costos asociados al tabaquismo, se contemplan los gastos por atención médica de enfermedades vinculadas, ausentismo laboral, años de vida saludables perdidos y descenso de productividad.

Sólo al considerar el tratamiento para EPOC, en México se gastan 45 mil millones de pesos al año.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) del 2011, la prevalencia del tabaquismo reportó 17.3 millones de mexicanos fumadores. Del territorio nacional, la región norte es la que registra mayor consumo, seguida del centro y el sur. El Distrito Federal tiene un 30.8 por ciento de fumadores.

Según la ENA, en el periodo 2002 a 2011, en la población entre 12 y 65 años de edad, la prevalencia de consumo de tabaco disminuyó en los hombres; se incrementó en los jóvenes, principalmente mujeres entre 13 y 15 años de edad.

La también vicepresidenta de la Comisión de Prevención y Educación del Consejo Mexicano Contra el Tabaquismo, comentó que pese a no contar con cifras oficiales en nuestro país acerca de la nicotina, ésta se encuentra presente en menos de un miligramo en el humo de los cigarrillos.

Después de una inhalación profunda de tabaco, la nicotina tarda entre seis y ocho segundos en llegar al cerebro. Un fumador que consume una cajetilla al día, inhala alrededor de 200 veces el humo de tabaco, al año representan 73 mil “golpes”.

Tratamientos

Ponciano Rodríguez está convencida que para dejar de fumar, no es suficiente el deseo de hacerlo, sino que debe ir acompañado de tratamientos, administración de fármacos y terapias.

“Quienes optan por dejar de fumar enfrentan capítulos del síndrome de abstinencia y algunas de las siguientes manifestaciones: ira, depresión, insomnio, irritabilidad, desaliento, ansiedad, dificultad en la concentración, inquietud, disminución de la frecuencia cardiaca, reducción de tensión arterial, aumento de apetito o peso”, apuntó.

Así como no existen dos fumadores iguales, tampoco se tiene un tratamiento único y efectivo para dejar el hábito. Se pueden administrar medicamentos capaces de reducir los signos y síntomas del síndrome de abstinencia, disminuir el “craving” (deseos incontrolables de fumar), maximizar el éxito inicial y minimizar las recaídas.

A través de los años se han probado muchos medicamentos, algunos con nulos resultados. Puntualizó la importancia de consultar a un especialista que pueda ayudarlos a dejar el consumo del tabaco.