Durante los últimos 27 años se han presentado en México más de 100 mil muertes por cáncer cervical, y a partir de 2006 es la segunda causa de muerte por tumores malignos en la mujer después del cáncer de mama, según se establece en el artículo “Recomendaciones para la definición de la política de vacunación contra el virus del papiloma en México”, publicado en 2009.
Este cáncer se asocia principalmente con las infecciones por el Virus de Papiloma Humano (VPH). Lo que comienza como un crecimiento anormal de las células en los tejidos del cuello uterino, puede convertirse en un crecimiento precanceroso de células. Pruebas como la de Papanicolau han resultado efectivas en la detección del cáncer cérvico uterino (CaCu) pero no en la detección de lesiones más tempranas y de alto riesgo (estadios previos al desarrollo del cáncer).
La doctora María de Lourdes Gutiérrez Xicotencatl y su equipo del Instituto Nacional de Salud Pública de Morelos desarrollan un sistema de diagnóstico temprano para poder identificar dicho cáncer utilizando el suero sanguineo que contiene los anticuerpos producidos por algunas mujeres con diferentes grados de lesiones.
“Más del 70% de estas lesiones tempranas son regresivas de manera espontánea y no requieren tratamiento; sin embargo, el reto del diagnóstico del CaCu es poder identificar tempranamente al 30% de las mujeres que no son capaces de remediar la lesión y se encuentran en alto riesgo de progresión hacia cáncer.
Es por ello que se requiere desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico, más sensibles y específicas para la detección oportuna de lesiones tempranas del cérvix uterino, de manera que las mujeres puedan ser tratadas oportunamente y evitar así el desarrollo de esta grave enfermedad”, explicó la investigadora integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Por ahora el sistema de diagnóstico más avanzado basado en la detección de ADN del VPH en células del cérvix no ha bastado, porque no determina la existencia de una infección activa, ya que el virus puede estar en su forma latente, sin generar ningún daño.
Sin embargo, el cuerpo humano genera una respuesta inmune instantánea en contra de las proteínas virales aunque se encuentren en cantidades mínimas (como podría ser la forma latente), pues el sistema inmune es capaz de reconocerlos.
Hasta ahora se han identificado al menos 15 tipos de Virus de Papiloma Humano de alto riesgo, entre los que se incluyen el 16 y el 18.
“En nuestro laboratorio hemos venido trabajando con la respuesta inmune de anticuerpos contra proteínas virales que son expresadas tempranamente durante la infección por VPH, y hemos seleccionado a la proteína E4 del VPH tipo 16 (VPH16) que se asocia a la replicación viral –lo que implica actividad del virus–, y a la proteína E7 del VPH16, que se expresa de manera importante durante el proceso oncogénico”, explicó la especialista en biología celular.
Sistema de diagnóstico
El sistema utilizado en esta investigación se basa en la prueba ELISA (del inglés Enzyme Linked Immunosorbet Assay), el cual consiste en utilizar placas de 96 pozos en donde se pegan las proteínas virales E4 y E7 de VPH16. Después estas proteínas virales son puestas en contacto con los sueros de las mujeres que han sido infectadas o presentan algún tipo de lesión en el cérvix uterino, lo cual dará una respuesta positiva para la presencia de anticuerpos contra las proteínas del HPV.
Los anticuerpos del suero que queden absorbidos en la placa de 96 pozos, específicos contra HPV, serán revelados a través de una reacción colorimétrica.
Los resultados obtenidos hasta ahora por el equipo de la doctora Gutiérrez Xicoténcatl demostraron que la presencia de anticuerpos contra la proteína E4 de VPH16 se asocia a lesiones tempranas en el cuello uterino, mientras que los anticuerpos contra la proteína E7 se asociaron a mujeres con lesiones graves en el epitelio y con la posibilidad de que se transforme en cáncer.
“Actualmente estamos tratando de definir perfiles de inmunoglobulinas (anticuerpos) contra las proteínas E4 y E7 de HPV16 que puedan identificar más específicamente a mujeres con lesiones tempranas del cérvix uterino en riesgo de progresión hacia cáncer”.
Este sistema de diagnóstico, explicó la investigadora, permitirá complementar el diagnóstico que se lleva a cabo a través de la prueba de Papanicolau y la detección de ADN del virus del papiloma, con lo que se garantizará un diagnóstico oportuno y completo de lesiones tempranas del cérvix uterino.
La identificación temprana de las mujeres en riesgo permitirá por una parte, que se pueda dar un tratamiento oportuno y adecuado a estas mujeres, además de poder seguir monitoreando a través de esta prueba la evolución de la lesión cervical y la eficacia del tratamiento. Asimismo, se espera poder reducir la incidencia de este cáncer, así como reducir los tiempos de tratamientos y hospitalización.
“El método de diagnóstico que se está proponiendo es novedoso, ya que implica la combinación de una serie de biomarcadores para la cual se está utilizando la respuesta inmune de anticuerpos contra antígenos virales que se genera en el organismo de la mujer durante la infección por Virus de Papiloma Humano”, indicó Gutiérrez Xicoténcatl, adscrita al Departamento de Virus y Cáncer del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública de Morelos.