La atención de pie diabético se ha convertido en una de las tres principales demandas de los servicios de urgencias en el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liciega”, y que es ocasionado por un mal control de la enfermedad, por tomar remedios naturistas o por temores infundados sobre la ingesta de la insulina, informó la doctora Gabriela Gutiérrez.
Por este padecimiento se atienden alrededor de 14 pacientes, y la mayoría requiere hospitalización debido a que presentan un proceso infeccioso serio que puede poner en peligro su vida, dijo la jefa del servicio de urgencias del Hospital General de México.
Es algo que vemos muy comúnmente, sobre todo en pacientes que tienen muchos años de ser diabéticos y el problema de pie diabético se presenta más temprano en los pacientes que tienen un mal control, precisó.
Por lo general, en el servicio de urgencias se da un manejo conservador a estos pacientes y se les controla la infección con antibióticos. Si tienen un absceso, se drena y se retira el tejido muerto. Pero, en algunos casos, el tratamiento es amputar la parte afectada, que puede ser un dedo o inclusive la pierna, hasta arriba de la rodilla, dependiendo del grado de afectación.
la doctora Gabriela Gutiérrez dijo que es frecuente que pacientes con alguna extremidad amputada anteriormente, en el trascurso de dos o tres meses se presenten nuevamente con una infección grave en otra parte del cuerpo.
Por eso, indicó que es importante que los pacientes con diabetes sigan el control tanto de la dieta como de los medicamentos y cuiden la higiene de sus pies.
Al respecto, aconsejó limarse las uñas en vez de cortarlas, usar calzado cómodo, utilizar calcetines especiales, que no anden descalzos, que no anden en la calle con sandalias o con el pie descubierto.
En caso de identificar una pequeña lesión, recomendó acudir de inmediato con el médico para recibir tratamiento oportuno y salvarle, en la medida de lo posible, la extremidad.
Recordó que los pacientes con diabetes tienen alteraciones en la respuesta inmunológica y no responden de manera adecuada a las infecciones. Una persona sana con ese tipo de herida tarda de uno o dos días en recuperarse.
Sin embargo, un paciente con diabetes presenta una infección agresiva que se extiende rápidamente a los tejidos, y en muchos casos se requiere retirar la extremidad por poner en peligro su vida.