Si bien hay corruptelas cometidas en el recién concuido sexenio amlomorenismo que no se deben atribuir a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, si debería clarificar si esos hechos son ciertos y demostrar, en su caso, lo contrario, para que el pueblo esté enterado y no siga engañado…
Esto viene a cuento, por la reflexión social que motiva la siguiente información que publicó el sábado antepasado a ocho columnas el periódico El Universal…
“INM pagó viajes de Garduño a Juárez para ir a juzgado: desembolsó millones en traslados del comisionado de Migración y su equipo par cumplir con la firma como indiciado por el caso del incendio de estación migratoria…
“Para llevar a cabo sus traslados y visitas a Ciudad de Juárez, en 2023 y 2024, Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración, gastó junto con su equipo de trabajo 39 millones 306 mil 792 pesos…
“Esos recuesos fueron ejercidos bajo el concepto de pasajes aéreos nacionales para servidores públicos de mando en el desempeño de comisiones y funciones oficiales”…
Esta información, por donde quiera que se le vea, es sumamente delicada por todo lo que se empeñó en sembrar el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que su llamada cuarta transformación se fundamentó en que en México, y princialmente en su sexenio, se acabó la corrupción…
La pregunta es si doña Claudia asimila este tipo de asuntos que a la postre la pueden etiquetar como cómplice o verdadera mandataria digna dispuesta a limpiar ante el pueblo, por el bien de su causa, todo el cochinero que estará saliendo de lo que hereda en la administración pública federal…
Lo dicho, la historia de la primera mujer presidenta en México apenas empieza y aquí la estaremos reseñando…