Siguen los justificados reproches de auténticos periodistas al comportamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la forma en que atiende, o se desentiende, de atender los problemas que sufre el pueblo de Acapulco atacado por el huracán “Otis”…
El mandatario ha preferido escuchar las loas con que lo apapachan sus youtuberos a modo en las mañaneras, mientras desde aquel internacionalmente conocido puerto mexicano se escuchan cada vez con mayor angustia las voces de los afectados…
Aquí otra clara muestra de este lacerante escenario de la mal llamada 4-T. El colega Martín Moreno Durán recordó lo siguiente en sus redes sociales: “En 1997 el presidente Ernesto Zedillo estuvo entre 4 y 5 días en Acapulco cuando lo azotó el huracán “Paulina”, junto con su gabinete, atendiendo personalmente la emergencia con 200 muertos...
“En el 2013, el presidente Enrique Peña Nieto hizo lo mismo durante una semana cuando el huracán “Manuel” pegó al puerto, dejando 173 muertos, atendiendo la tragedia personalmente…
“En este 2023, ante el desastre dejado por “Otis”, López Obrador ni siquiera pudo, ni quiso llegar a Acapulco, pues está detrás del escritorio informando desde Palacio Nacional y culpando, obvio, a medios, conservadores, opositores, etc., de su propia incapacidad y la de su gobierno para prevenir y enfrentar la desgracia. Los hechos hablan”…
Vaya que el colega tiene razón, ¿o alguien lo puede negar cuando los escenarios están a la vista?...
Que quede para la reflexión…