La gobernadora morenista en Campeche, Layda Sansores San Román, ya no siente lo duro, sino lo tupido del enojo del pueblo que gobierna este estado del sur de México, pues al no escuchar la demanda de cambiar a la titular de seguridad pública, creció el descontento y ahora exigen que ella renuncie al cargo.
Más de 10 mil campechanos salieron a las calles para manifestar su inconformidad con la mandataria estatal, porque además en un principio se bañó de soberbia y retó a todo el pueblo con expresiones similares a mentadas de madre.
Inicialmente la exigencia ciudadana fue contra Marcela Muñoz, secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, por su desempeño con violencia laboral, carencias y deficiencias, así como irregularidades y malos manejos en la corporación.
Pero a medida que pasaron los días, Sansores se envalentonó y con actitud grosera advirtió que la funcionaria se mantienen en su puesto y que nadie la obligará a tomar otra decisión.
Por ello el pueblo salió este lunes a las calles a gritarle “traidora, traidora”, y manifestar su advertencia que no le permitirán más abusos ni actitudes de soberbia.
“Policía, amigo, la gente está contigo”, fue otra de las consignas que se escucharon la noche del domingo, cuando desde el malecón de Campeche el grito del pueblo se hizo ensordecedor.
Ya se cumplen diez días de la protesta y en la tercera marcha se sumaron más ciudadanos que apoyan a los policías, no sólo porque fueron abandonados a su suerte en varios operativos, sin equipo de protección y mal planeados, y porque desde la llegada de Marcela Muñoz se incrementó la violencia.