Semana sangrienta deja en México una serie de enfrentamientos y ataques en cuatro estados de la República con más de medio centenar de muertos y heridos, entre delincuentes y policías, lo que comienza a preocupar a diversos sectores de la sociedad.
La violenta jornada, como nunca antes vista, ni cuando el expresidente Felipe Calderón Hinojosa le declaró la guerra a la delincuencia organizada que desde entonces opera en México, comenzó el lunes pasado en el estado de Michoacán.
En esa entidad un grupo de policías estatales fue emboscado por delincuentes que ya los esperaba cuando patrullaban y 15 de ellos fueron arteramente sacrificados con armas de potente calibre.
Al día siguiente, martes, en el estado de Guerrero 14 civiles fueron abatidos por un militar que encabezaba el comando que patrullaba la zona.
Los delincuentes esperaban a los integrantes de la Guardia Nacional con armas potentes, pero la valentía del elemento que viajaba en la vanguardia con una ametralladora se armó de valor y aunque ya estaba herido, hizo funcionar su arma y acabó con la mayoría de los delincuentes que intentaban emboscarlos, aunque algunos lograron darse a la fuga.
Un día después, miércoles, en Guanajuato, un cuartel de policía fue atacado con granadas por los delincuentes que operan en ese estado y que ya tienen asolados a los habitantes, porque todos los días aparecen muertos y pancartas con mensajes de más violencia.
Y este jueves en Sinaloa ocurrió otra movilización por la fuga de una veintena de delincuentes que se encontraban en el pena, liberados por el poderoso grupo que comandan los hijos del Chapo Guzmán. Las reseñas que circularon por las redes mostraron escenarios de terror por las ráfagas que se escuchaban por diversas calles de la localidad.
Pero de última hora se supo que en el violento episodio que se vivió en Culiacán el cartel superó a la Guardia Nacional y policías locales que ya habían logrado la captura de uno de los Guzmán, quien fue fácilmente rescatado por los sicarios que se movilizaron con acciones de terror. Las autoridades no han informado el recuento de esta cruenta jornada.
Las cosas, pues, en este país, se ponen cada vez más violentas.