Urge frenar escalada de precios en productos básicos

Me llama mucho la atención que uno de los ejes centrales que se ha planteado desde el famoso Pacto por México sea el tema de la Cruzada Contra el Hambre, en una relevante --diría yo-- atinada política de enfrentar este grave problema.

Sin embargo, no habrá Cruzada Contra el Hambre que valga si las instituciones dependientes del Estado no están haciendo su tarea, en este caso, la Procuraduría Federal del Consumidor. Desde luego acabamos de atravesar por una crisis dentro de esa institución porque su anterior titular, que demostró no sólo que no podía controlar a su hija --que eso, de suyo, más allá de la nota de color--, lo grave fue que no tuvo la capacidad de controlar la escalada de precios y creo que el actual titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Alfredo Castillo, tiene que tomar cartas en el asunto.

Porque fíjense ustedes, compañeras y compañeros diputados y senadores: hay una serie de distorsiones sobre el precio de bienes que debemos encarar. Mientras que para Profeco en este mes el precio que tiene consignado para el kilo de calabacitas es de 31 pesos, en la Central de Abastos de esta ciudad, el mismo kilo de calabazas cuesta cinco pesos.

El caso del chayote: el chayote, la Procuraduría Federal del Consumidor, dentro de sus indicadores lo está tasando en 22 pesos el kilo, pero ese mismo kilo de chayotes, en la Central de Abastos está con ocho pesos el costo del kilogramo.

¿Qué decir, por ejemplo, en el caso del huevo? El huevo, la Profeco lo trae en parámetros de alrededor de 32 pesos, pero la Central de Abastos se está vendiendo este producto básico en 28 pesos.

¿Por qué está ocurriendo esta distorsión en el precio de esos bienes? Porque la Procuraduría Federal del Consumidor no está haciendo su trabajo.

Particularmente la Asociación Nacional de Tiendas Departamentales y de Autoservicios, que son las tiendas que están ofreciendo alrededor del 85 por ciento de ventas de este tipo de productos en la zona metropolitana, no están regulando sus preciso y es ahí donde la Profeco debería de tener una aplicación enérgica porque, insisto, por mucha Cruzada Contra el Hambre que se impulse en este país, si paralelamente las instituciones encargadas de vigilar que no se disparen abusivamente los precios no hacen su trabajo, no habrá Cruzada Contra el Hambre que valga.

Por eso respaldamos este exhorto y además anunciamos que un grupo de diputadas y diputados federales del PRD visitaremos al nuevo Procurador y le haremos saber de estas distorsiones que sobre precios de bienes básicos se está generando simple y llanamente no por procesos inflacionarios, sino por abuso de tiendas departamentales y de autoservicio que están verdaderamente haciendo una especulación con el costo de los mismos.