*Migran por inseguridad en la tierra

La tenencia de la tierra en México ha sido resultado de un conjunto de reivindicaciones políticas, económicas y sociales. Sin embargo, el ordenamiento de la propiedad rural, la atención a los conflictos y el desarrollo agrario, aún en días asignan importantes retos para el Estado mexicano.

Han sido muchos los cambios que ha sufrido la propiedad en nuestro país, y por ende los derechos sobre la misma; pero ninguno tan fuerte como para frenar la pobreza, la migración del campo a las ciudades y con ello el bajo rendimiento productivo en importante este sector.

Ello explica el incipiente avance para alentar la calidad de vida de las personas que trabajan en el campo, donde los conflictos agrarios, la falta de mercado, la mala y mínima implementación de programas gubernamentales, la burocratización de los procedimientos para la solución de los conflictos agrarios, la deficiente delimitación de las propiedades, así como un mal manejo y seguimiento casi nulo de políticas implementadas por el gobierno, han tenido como resultado que actualmente, estemos padeciendo una de las peores crisis en el campo mexicano.

Un claro ejemplo de lo anterior es lo relativo a la parcela escolar de la que podemos señalar en términos generales y dada su naturaleza, debiera ser entendida como aquella extensión de tierra a disposición de los alumnos y maestros de las escuelas rurales, con fines educativos esencialmente.

La legislación agraria vigente (de febrero 1992) establece que en cada ejido la asamblea resolverá sobre el deslinde de la superficie que se estime necesaria para el establecimiento de la parcela escolar.

No obstante, que las escuelas son titulares de los derechos ejidales que ampara la parcela escolar, en la mayoría de los casos prevalecen los intereses particulares de las autoridades de este núcleo social que la otorgan en arrendamiento o la fraccionan; o la trabajan para sí, fomentando la desaparición de dichos programas educativos.