*Salvaguardar el patrimonio cultural único de Palmira
Es urgente atender el llamado a la comunidad internacional de Irina Bokova, directora general de la Unesco, para salvaguardar el patrimonio cultural único de Palmira, Siria, luego de la destrucción de sus mausoleos Mohamed bin Ali y Abu Baha Edin, a manos del grupo extremista Estado Islámico (EI) el pasado 23 de junio.
Propongo un punto de acuerdo a la Comisión Permanente para que condene los hechos y exhorte a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que emita la acción correspondiente a este problema, conforme a los principios que guían la política exterior de México, ya que no podemos guardar silencio ante lo que se perfila como una tragedia en términos de patrimonio histórico y cultural.
La milenaria ciudad de Palmira, cuyo primer registro data del 41 a.C., llegó a convertirse en la capital de un reino que comprendía Siria, Mesopotamia y una parte de Arabia. Bajo el mando de la reina Zenobia (años 267 al 272, de la Era Común), fue el centro neurálgico del comercio exterior mundial, de acuerdo con historiadores.
Sus ruinas figuran entre los vestigios más importantes del último periodo de la Antigüedad Clásica: palacios, templos, caminos flanqueados de columnas, una necrópolis, plazas, esculturas y otras edificaciones cuyo propósito aún se desconoce.
Palmira fue inscrita como Patrimonio de la Humanidad en 1980, pero en 2013 Unesco la incluyó en la lista de sitios históricos en peligro de desaparecer.
Se utilizaron explosivos para destruir dos mausoleos bajo la excusa de “eliminar emblemas politeístas”. Desde febrero, el Estado Islámico ha causado estragos en las ruinas asirias de Nimrud y de Hatra; en el Museo de la Civilización de la ciudad de Mosul y en el yacimiento de Dur Sharrukin, que han sufrido daños irreparables o simplemente se han devastado.
Por ello es necesario unirse a la indignación internacional y atender el llamado de la directora general de la Unesco para hacer todo cuanto sea posible para salvaguardar el patrimonio de Palmira, ya que esta situación nos llena de preocupación y nos obliga a hacer un pronunciamiento al respecto.