*Urge incrementos sostenido de la productividad
El pasado domingo, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, 80 países incluyendo el nuestro, ratificaron su compromiso para asegurar que todas las mujeres y las niñas podamos alcanzar nuestro desarrollo pleno en el año 2030.
Seguimos comprometiéndonos, porque no hemos alcanzado la igualad sustantiva y solo con acciones específicas podremos seguir avanzado en rumbo a la paridad real. Saludo con beneplácito este compromiso que nos involucra como Congreso y como Estado Mexicano.
Nuestra presencia en las actividades empresariales ha cobrado una progresiva importancia a nivel mundial, creciendo de manera sostenida en los últimos veinte años.
Pese a ello, las mujeres continuamos tropezando con barreras que se oponen a nuestro crecimiento económico y nuestro desarrollo en actividades empresariales, acentuando una gran desigualdad entre hombres y mujeres.
Es una triste realidad que en México, las mujeres estemos sub-representadas en el sector empresarial. Tan sólo el 2.5 por ciento del total de la población femenina ocupada son empresarias, en comparación con el 6 por ciento de los hombres ocupados.
De acuerdo con el Informe Global de la Brecha de Género 2014, que califica a 142 países respecto a la brecha entre hombres y mujeres en términos de participación y oportunidades económicas, México se encuentra en el lugar 120.
Con esta cifra, queda claro que en México la participación de las mujeres en la creación de empleos formales, generación de riqueza, contribución directa al desarrollo y bienestar social, se está desaprovechando, y revela el grado de desigualdad en dicho sector del país.