*Sólo 4% de los mexicanos cuentan con testamento
Pese al esfuerzo de las autoridades federales para promover la cultura testamentaria entre los mexicanos, aún falta mucho por hacer en la materia, pues actualmente sólo el 4% de la población tiene un testamento.
Por ello hacemos un llamado a las autoridades correspondientes a reforzar las campañas de difusión y fomento notarial para dotar de asesoría jurídica a las personas y conseguir que se ejerza una voluntad informada.
Desde 2003, año en el que se implementó por primera vez el programa “septiembre, mes del testamento”, se han registrado sólo 4.6 millones de avisos; es decir, poco menos del 4% de la población cuenta con este documento, según la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo del Gobierno Electrónico.
El Distrito Federal, Jalisco y Estado de México son las entidades que concentraron el mayor porcentaje con 52.56%, según datos de la Unidad General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Las personas al fallecer dejan cuentas pendientes que pueden llegar a convertirse en riñas familiares por no contar con un documento legal sobre sus propiedades ante un notario.
Por tal razón es importante que las personas realicen en tiempo y forma la revisión de documentos personales, estados de cuenta, certificados de obras de arte, propiedades, cualquier objeto de valor; pero también lo relacionado a la tutela de menores y personas con discapacidad.
Ejemplo de ello es que las cuentas bancarias y bursátiles se entregan únicamente a las personas señaladas como beneficiarias en el propio contrato bancario, no en el testamento.
Los costos para realizar este trámite de voluntad anticipada varía entre las diferentes entidades federativas, pero en promedio tiene un costo de mil a mil 600 pesos durante el mes de septiembre, en el que existen descuentos significativos.
Por lo anterior dejar un testamento facilita los trámites y ahorra los tiempos en el proceso de adjudicación de bienes, siendo la cultura testamentaria un instrumento anticipado ante un evento inesperado, ya sea ocasionado por un accidente o alguna enfermedad que conlleve a la muerte.