*Recogimos preocupación de industriales

Logramos flexibilizar la nueva Ley de Transición Energética para dar certeza a los participantes obligados y que trasladen hasta la mitad de sus obligaciones.

Se recogió la preocupación de industriales y con la corrección se flexibilizó el cumplimiento de metas y responsabilidades de usuarios calificados.

Se trata de una ley gradual. No se exige de golpe y porrazo el cumplimiento de la meta que México se propuso en la Ley de Cambio Climático desde 2008, ni es una obligación que se contemple apenas, sino que tiene varios años establecida para que, en 2024, el 35 por ciento de las energías totales que se consuman en el país provengan de fuentes renovables y limpias.

Para el 2018 se espera que esa proporción sea de 25 por ciento y, para 2021, del 30 por ciento. Es gradual, pero finalmente se va a enmarcar en una discusión que durante muchos años se ha tenido y que recoge compromisos que acabamos de ratificar en París, Francia.

Considero indispensable vigilar el desempeño del mercado energético del país y tener la certeza de que cubrirá las necesidades, pues de lo contrario estaremos obligados a modificar la ley para que no haya multas excesivas por algo que, finalmente, fue un déficit en la generación de energías limpias.

La reforma al sector energético inició con la modificación al artículo 27 constitucional, la cual dio lugar al cambio de 21 distintas leyes y una de ellas es la de Transición Energética, con la cual se da el último jalón para que la Reforma Energética se convierta en el motor que mueva la economía del país.

La Ley de Transición Energética permitirá pasar de un modelo de combustibles fósiles, a uno que utilice energías renovables y México estará a la vanguardia en el consumo de energías limpias y tendrá autoridad moral para exigir a los demás países que tomen medidas semejantes.