*Aumentan obstáculos para conseguir empleo
En México el desempleo es una problemática evidente que se viene dando desde hace muchas décadas. Obtener un puesto dentro de una empresa o institución se ha convertido en un obstáculo por diferentes factores.
Actualmente conseguir un empleo no es nada fácil siendo una persona joven y resulta aún más difícil siendo una persona mayor de 35 años. Un ejemplo de esto es lo que vemos en los anuncios de empleo que tienen los periódicos donde la mayoría hace mención a la edad de la vacante que oscila entre 25 y 35 años como uno de sus requisitos indispensables, excluyendo y discriminando a las personas que superar este rango de edad.
Para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), estos avisos representan un acto discriminatorio al condicionar o negar el derecho al trabajo por cuestiones de edad.
De acuerdo a la Asociación Mexicana por la no Discriminación Laboral por Edad o Género, el 90 por ciento de las vacantes ofrecidas dejan fuera a los mayores de 35 años. La oferta laboral disponible para este segmento poblacional se reduce a 10 por ciento, pero se trata de empleos de bajo salario que no tienen que ver con el perfil académico del solicitante, desperdiciándose así años de experiencia.
Muchas empresas prefieren también a los jóvenes porque tienen añadidos los sistemas de tecnología casi a la perfección, por su disponibilidad a viajar o cambiar de residencia, flexibilidad, y –sobre todo– menores pretensiones salariales.
En México es muy complicado tener los elementos de prueba para demostrar la discriminación laboral por edad y reclamar esas actitudes ante las juntas de conciliación y arbitraje. Al final la empresa contrata a quien decide, y no se ha podido corregir esta cuestión desde el punto de vista jurídico.
A su vez es importante mencionar la gran capacidad y experiencia que puede tener una persona con ese rango de edad, siendo aún eficiente y productivo, así como preparado y con la especialidad necesaria y clara de los negocios.
Es necesario que el Estado implemente programas eficientes donde proteja a este sector de la sociedad, donde se garanticen mejores oportunidades de empleo, y que contratar personas con ese rango de edad, no signifique sinónimo de vejez, sino profesionistas experimentados.